El especialista en Investigación Criminal y Delincuencia Organizada, José Carlos Hernández Aguilar, afirma en el caso de las personas consideradas como pederastas o pedófilos, su perfil se crea a través de una frustración emocional y un vacío que no logran satisfacer a lo largo de su vida, toda vez que en ni el poder o el dinero logran llenar ese faltante dentro de sus vidas.
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“Un pederasta busca vivir una niñez que quedó frustrada en uno o varios impactos emocionales, o sea en traumas, que con toda seguridad fueron también a su vez tocados o abusados, de corte sexual por adultos, muchos presentan una gran dificultad para establecer relaciones heterosexuales, ordinariamente normales, muchos son heteros, tienen esposa e hijos, pero buscan más experiencias porque ni el poder ni el dinero les ha cubierto el vacío existencial”, analiza el especialista.
Comenta que en estos perfiles, donde las personas, la mayoría adultos entre los 30 a 70 años de edad, tienen una fijación por niños de 6 a 17 años, mantienen una baja autoestima e identidad, tienen trastornos sentimentales de inferioridad y una grave inestabilidad, por lo cual afirma que estos comportamientos se pueden dar en personas encumbradas en el poder, ya sea público, político, religioso o delictivo.
Para José Carlos Hernández, el perfil de esta patología es que buscan siempre sitios o momentos para erotizarse, como escuelas, albercas, parques, supermercados, iglesias y lo más nuevo, las redes sociales, “se ha incrementado a un 90% el contactar a menores a través de redes sociales, causando un daño o impacto psicológico en las personas receptoras”.
Dijo que se tienen identificados dos grupos de pederastas, los que denominó “circunstanciales” y los “preferenciales”; el primero de ellos son los que tienen una “oportunidad” y la aprovechan para cometer los hechos, el otro es el que vive constantemente en esa situación, a la que calificó como “enfermiza”.
“Ambos buscan coartadas perfectas para su ataque, no necesariamente es violento, por eso por lo general lo hacen a través de redes sociales, manipuleo, el acecho, la mentira y escudándose en perfiles falsos, porque tienen un sentimiento de inferioridad por su cuerpo de índole mental; la mayoría tiene sobrepeso, gente que no es agraciada físicamente, tiene promedio 30 a 70 años de edad, y sus víctimas son de 6 a 13 años, es un promedio, pero pueden ser más grandes”, explica.
Tras varios años de conocer y estudiar sobre el comportamiento de estas personas, apuntó que esas edades les causan una excitación, por un círculo de duelo que no lograron cerrar en la infancia, “ojo, en caso de iniciar una relación de pareja o noviazgo, para los pederastas es de gran emoción o regalo que sus parejas sean vírgenes, y los hombres que sean puros, les causa más placer”.
El especialista en Investigación Criminal y Delincuencia Organizada reiteró que a través de estas prácticas logran satisfacer esa etapa fetichista e informó que por lo menos se tiene un estudio que el 65% de los pederastas tienen problemas de alcohol y/o drogas, ya que es un factor detonante para que se envalentonen o se empoderen para poder cometer este tipo de delitos.
Retomando estudios de psicólogos clínicos, detalló que por lo menos el 30% de la población mexicana ha sufrido una situación de violencia siendo menores de edad, entre maltrato o abuso sexual, pero que podría llegar hasta un 55% el índice de menores que son tocados o violentados de forma sexual por algún adulto.
“El 30% de los varones, en general adultos, ha presentado alguna fantasía de pedofilia, pero el 8% ha llegado a materializarla en actos pederastas, el 75% de los pederastas tuvieron o tienen algún vinculo cercano con las víctimas, es decir familiares, padrastos, vecinos o amigos”, agregó.
Hablando de la pedofilia a través de las redes sociales, dijo que existen decenas de grupos, que el Club Pollo no sería el único que está activamente en redes sociales, ya que muchas veces captan a menores de edad para satisfacer el ego de una persona encumbrada en el poder de los diferentes sectores.
“No logran satisfacer alguna necesidad que tuvieron en la infancia, buscan experiencias sensacionalistas de corte sexual, en lo prohibido, que en la mente enferma es lo más deseado, porque el ego es un estado mental, donde la persona tiene su autoestima en niveles excesivos e incontrolables, y que le impide la correcta y plena convivencia con las personas, se van a redes o clubes porque eso les exita, y entre más reservado o privado, les causa más placer hedonista”, comentó.
José Carlos Hernández dijo que este comportamiento patológico, derivado de un narcisismo incontrolado, puede ser debidamente tratado y solucionado para superar estos estados mentales, siempre y cuando haya voluntad y disposición de querer transformar los actos negativos en acciones proactivas.
Pese a que este comportamiento es responsabilidad de las personas que tienen este daño psicológico, habló de la importancia que también juegan los padres en este tipo de etapas, ya que en muchas de las ocasiones los menores son víctimas al estar en un descuido continuo por la ocupación saturada de los padres.
“Los hijos son ahorita hijos de padres que están sumamente ocupados, donde ocupan a los hijos a través de las redes sociales, hay un síndrome de cibersoledad, donde los niños canalizan su frustración por falta de atención a través de las redes sociales, es una patología que tiene su origen en un trastorno adictivo y se preocupan por estar conectadas de forma permanente a las redes sociales”, concluyó.
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