Guiados por el párroco Martín Lozoya, alrededor de 15 fieles recorren las estaciones ubicadas en el exterior de las viviendas de los habitantes del sector y se reflexiona en cada uno de los momentos que pasó Nuestro Señor Jesucristo durante su Viacrucis.
El punto de partida fue la Capilla de Santa Lucía, donde se congregarnos y dispusieron una camioneta con audio para entonar las alabanzas y los rezos.
En punto de las 10:00 horas iniciaron, con las recomendaciones propias de la sana distancia, uso obligatorio de cubre bocas y evitando el contacto físico.
Ni él intenso sol, ni el duro pavimento sobre el que se doblaban las rodillas debilitaron la fe de los creyentes, quienes se dijeron privilegiados de poder cumplir con la tradición, a pesar de las rigurosas medidas por la pandemia.
La calle Yaqui fue donde se realizó la Cuarta Estación, con la reflexión sobre el sacrificio de Cristo y el inconmensurable amor por la humanidad, al seguir los mandamientos del Padre.