Luego del surgimiento de un movimiento denominado “Creel 68” donde varios pobladores, empresarios y diferentes sectores de la comunidad de Creel buscan que pase de una sección a un municipio más para el estado de Chihuahua, el gobernador del Estado, Javier Corral Jurado, comentó que respeta las decisiones de todos los sectores, pero atribuye esta petición a un tema relacionado con las partidas presupuestales.
Dijo que respetaría la decisión del Congreso del Estado de turnar alguna iniciativa o reforma que proponga el cambio o creación de un municipio nuevo, pero explicó que el problema entre el municipio de Bocoyna con el seccional de Creel, corresponde a un tema de diferencia presupuestal.
“Respetaremos la decisión que pueda tomar el Congreso del Estado, pero saben, constitucional y legalmente hay una manera y requisitos para ello, es un diferendo por la distribución del presupuesto federal, en Bocoyna, hacia Creel. Se puede dar solución en un diálogo con el alcalde, podemos contribuir para aminorar la tensión entre la sección de Creel”, comentó Javier Corral.
Aseguró que el Gobierno del Estado está en la mejor disposición para participar entre ambos puntos de vista, con el fin de llegar a un acuerdo y aminorar la tensión que se vive entre los habitantes de Creel, que exigen mayor presupuesto para atender al “pueblo mágico”.
Hace varios días se creó el movimiento “Creel 68”, al que se han sumado expresidentes municipales y seccionales, empresarios, iglesias, prestadores de servicios, asociaciones civiles y población en general, para buscar convertir a Creel en otro municipio más del estado de Chihuahua, con el fin de tener recursos propios para incidir en el aspecto turístico, infraestructura y la atención de las comunidades desprotegidas, principalmente.
El empresario Humberto Bustillos es uno de los más interesados en realizar este cambio pues ha explicado que el municipio de Bocoyna -a donde pertenece Creel- actualmente ejerce alrededor de 130 millones de pesos anuales, con los cuales se debe atender a 505 comunidades, unas de las cuales quedan hasta a cuatro horas de distancia por diversos caminos de terracería.
Para los interesados en hacer el cambio, Creel no recibe presupuesto directo, sino que todo se ejerce a través de la cabecera municipal que es Bocoyna, pero los miembros del movimiento indican que Creel no puede continuar en estas condiciones ya que, aseguran, afecta directamente a los servicios públicos, mantenimiento y demás inversiones que requiere esta sección.
Este debate entre los pobladores de Creel se ha dividido entre los habitantes, pues unos apoyan a la propuesta de convertirlo en el municipio 68 del estado, mientras otros ven intereses personales del empresario por sacar adelante el proyecto, por lo cual el Gobierno del Estado intervendrá y escuchará a las dos partes para obtener la mejor partida.