Sus lágrimas asoman, el recuerdo duele y más la muerte de su hija Lucía. “Con mucho sacrificio la construí”, comentó don Cipriano Quirino Isidra, de 71 años, quien perdió todo en el incendio del pasado 4 de marzo.
A 17 días de la tragedia, su esposa Juana Gregorio está sumida en la tristeza y la enfermedad. Mientras que Cipriano busca el sustento diario en trabajos de jardinería, pero solicita ayuda para contar con herramienta, ya que toda la suya se quemó junto con la camioneta que utilizaba.
“Ese día no podíamos salir, buscamos la manera, quise ayudar a mis hijos, pero el techo de madera y lámina ardió de inmediato, es muy pesado todo lo que pasó”, recuerda, mientras las lágrimas ruedan por sus mejillas y recorre las cenizas de lo fue su hogar. Protección Civil determinó que se debía demoler para que se pudiera reconstruir, ya que el daño es mayúsculo.
El incendio lo causó un bóiler de leña que se encontraba en la mitad de la casa, las llamas alcanzaron el techo de madera y lámina; el área donde dormía Lucía quedó destrozada, la mujer al ver el fuego salió corriendo y se encerró en el baño, donde falleció asfixiada. Su hermano alcanzó a salir, pero con algunas lesiones. Los otros dos hijos salieron ilesos junto con Cipriano y Juana.
“Ya estaba dormido, no alcancé a llegar a donde estaban mis hijos que dormían en la parte de arriba”, se recrimina el adulto mayor, quien ayudado por los vecinos salió por la parte trasera de la vivienda que colinda con la calle Sección 27.
Son originarios de Querétaro, llegaron a Chihuahua buscando oportunidad de empleo, el cual encontró en “la obra”, pues en su natal pueblo era albañil. Empezaron en la colonia Recursos Hidráulicos, su casa era de lámina y cartón, recuerda que cada vez que tenía “feriecita” compraba un saco de cemento y algunos ladrillos, poco a poco edificó su casa.
Lo que más necesita es herramienta para trabajar en la jardinería, pues se ha quedado sin nada, la camioneta explotó con las llamas, no quedó nada. “Ahorita me están prestando herramienta los clientes, porque no tengo nada”.
Moisés Terrón y la familia García le han dado posada a la familia de Cipriano, quien además necesita comida y ropa. La casa donde le dieron posada se ubica en la calle Sección 27 número 7700 casi esquina con la calle Sergio Martínez.
Cipriano afirma que no tiene fuerza ni dinero para reconstruir su vivienda, aunque las autoridades han prometido ayudar.
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