Este domingo, el Arzobispo de Chihuahua, Don Constancio Miranda Weckmann celebró la sagrada Eucaristía en la solemnidad de Pentecostés y apertura del Sitio de Jericó diocesano.
De hoy 23 al sábado 29 de mayo, la Diócesis de la Tarahumara y la Arquidiócesis de Chihuahua, estarán celebrándolo. Y la próxima semana, el Sitio de Jericó lo celebrará en oración la Diócesis de Cuauhtémoc.
El Obispo expuso que se tienen cuatro intenciones principales: una de estas es el fin de la pandemia; el otro es por la lluvia; aparte que cese la violencia; y por las elecciones a celebrarse el próximo 6 de junio.
Resaltó que la celebración de Pentecostés es muy importante, "después de la Pascua y la Resurrección, está es la celebración más importante: la venida del Espíritu Santo".
"Hoy es el último día del tiempo pascual. Hace 50 días celebrábamos el domingo de Resurrección; durante 50 días hemos celebrado que Jesús está vivo, que Jesús venció la muerte y los poderes del mal; Cristo anunció a sus discípulos que el Espíritu Santo, es el que vendría sobre ellos para hacerlos comprender muchas cosas. La iglesia recibió el don del Espíritu Santo este día de Pentecostés, como fruto precisamente de la Resurrección de Cristo", externó Miranda Weckmann.
En este sentido, durante la eucarística de hoy, añadió que en el Pentecostés se pueden distinguir dos aspectos: la paz y la unidad, frutos del Espíritu Santo.