Luego de que se diera a conocer la detención del empresario Jaime Galván en el estado de Quintana Roo, por supuesto fraude, el equipo del mismo envío un comunicado donde explica parte de lo ocurrido y pide a su vez sea tratado como inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Afirma que está denuncia penal es parte de un negocio en el que a veces se pierde o se gana, el cual se llevaba a cabo en la via civil y ahora se intenta llevar a tribunales penales para meterlo a la cárcel.
A través del comunicado explica explica en vía de aclaración hacer las siguientes precisiones:
1.- Lo primero es señalar que toda persona es inocente hasta en tanto no se le dicta sentencia ejecutoriada en la que se le declaré culpable.
Esto es la llamada presunción de inocencia y parece que a nadie le importa, ya que se hacen y dicen cosas que francamente atentan contra la misma.
Me están dando un trato de culpable y aún mezclan cosas que ni relación tienen y violan mi derecho a la presunción de inocencia.
2.- En los negocios a veces se gana y a veces se pierde y los riesgos al invertir son siempre latentes, claro cuando todo camina bien, eres un genio, pero si algo falla, hasta de ladrón te acusan.
Esto viene a colación, ya que cuando alguien no toma bien que algún negocio no funcionó, no quiere perder un peso y bueno, pues siempre hay alguien así, pero esos temas son siempre de naturaleza civil o mercantil, no penal.
Estirar la ley y su interpretación para hacer penales asuntos civiles, es una práctica muy de moda, pero no deja de ser ilegal, así que más allá de interpretaciones tortuosas de la ley y de influencias abusivas de poder, prevalecerá la verdad, que es que torcer la ley, terminará perjudicando más a quien así lo haga.
3.- En época de crisis, con todo lo que los empresarios hemos tenido que soportar, muchos cayendo en la quiebra, ahora con esta supuesta justicia, habrá cárceles insuficientes para poner a todos los que tuvimos tropiezos y asumimos deudas civiles, que ahora se cobran en la vía penal y se pretende que se paguen con cárcel.
Tal vez lo que siga es que paguemos con libras de carne de nuestro cuerpo, como en el mercader de Venecia.
Para concluir este tendencioso manejo de una deuda civil es solo para dar fe del abuso de poder que se vive en nuestro país, atentamente, Jaime Galván Guerrero.