Cuauhtémoc, Chih.- La primera sala de cine para películas no comerciales podría crearse a través del Instituto Municipal de la Cultura, luego de que su titular Luis Armendáriz Ledezma planteó la posibilidad de llevar a cabo el proyecto en los próximos meses.
Ya se trabaja en el proyecto arquitectónico de lo que pudiera ser la Sala de Cine Chano Urueta, dijo el funcionario, quien explicó que aun y cuando no se ha concluido con la fase técnica, ya se ha establecido el nombre que llevará en honor al director cinematográfico, actor y escritor que destacó desde la primera mitad de la década de los treinta como uno de los más dotados adaptadores de grandes obras de la literatura universal y quien fuera originario de Cusihuiriachi.
Llegó a dirigir a Emilio “el Indio” Fernández y curiosamente en la fonoteca de la Cineteca Nacional, existía una sala que se llamaba Chano Urueta, al asumir el encargo como director del instituto municipal de la Cultura, comenta Luis Armendáriz, tuvo una plática con el escritor José Luis Domínguez, a quien le preguntó sobre personajes destacados del cine.
“Yo me acordaba de un personaje que le apodaban el Güero, que era de aquí de Cuauhtémoc, que salía en las películas de Gonzalo Martínez Ortega en papeles muy cortitos, por ejemplo, en ‘Mi principio’, sale al inicio en una escena muy cortita, bueno, él era muy famoso, por su voz muy ranchera”, explica el director.
Pero al hacer este recuento, surgió el nombre de Chano Urueta, a quien pretenden dedicar la sala que aún está en proyecto, ya previsto para la parte trasera del Teatro de Cámara, en un patio interior que se ubica aledaño a la Academia Municipal de Artes y que pudiera tener una capacidad no mayor a las 50 personas cómodamente sentadas.
“Una salita equipada con una pantalla, butacas y que ofrezca la posibilidad de poder disfrutar ahí cine de calidad, cine arte, por ejemplo”, comentó.
Este recinto también pudiera ser utilizado como salón para presentaciones más íntimas, como una lectura de poemas, las cuales actualmente se asignan al teatro, en donde el espacio es más grande y, por ende, no se disfruta como es debido.
Finalmente, el funcionario dijo que por ahora trabajan en la elaboración del proyecto y buscarán consolidar los recursos para poder comenzar con su creación en 2020.
Chano Urueta, gran personaje del cine mexicano
Santiago Eduardo Urueta Sierra, más conocido como Chano Urueta, nace el 24 de febrero de 1904, en Mineral de Cusihuiriachi, Chihuahua y falleció en la Ciudad de México, el 23 de marzo de 1979; fue un actor, editor y escritor cinematográfico que destacó desde la primera mitad de la década de los treinta como uno de los más dotados adaptadores de grandes obras de la literatura universal. Chano Urueta escribió los guiones de obras tales como: El escándalo, de Pedro Antonio de Alarcón; Clemencia, de Ignacio Manuel Altamirano; Hombres del mar, pieza de teatro de Margarita Urueta; Los de abajo, de Mariano Azuela; El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas y El corsario negro, de Emilio Salgari.
Hijo del diplomático y célebre tribuno don Jesús Urueta. Chano inició su carrera cinematográfica en Hollywood con la realización de la película inconclusa, El destino (1929), filme silente en la que actuó Emilio Fernández y Mona Rico quien, según se cuenta, fue la responsable de que se interrumpiera la filmación porque huyó con el actor John Barrymore. Vino posteriormente el cortometraje sonorizado Gitanos (1930) producido por la Warner Brothers donde también participó Emilio “Indio” Fernández.
De regreso a México se incorporó al cine nacional después de que, según el mismo Urueta, recibió dos fuertes influencias del director soviético Serguei M. Eisenstein y del político José Vasconcelos.
Prolífico realizador, su filmografía alcanza las 115 películas, entre las que destacan: Jalisco nunca pierde (1937), Los hombres del mar (1938), Los de abajo (1939), La noche de los mayas (1939); El signo de la muerte (1939), en la que se ve una de las primeras actuaciones protagónicas del joven Mario Moreno Cantinflas, para la cual el argumento y la adaptación fueron creados por Salvador Novo; El conde de Montecristo (1941), La bestia magnífica (1952), cinta que inició un género que posteriormente llegaría a ser muy exitoso la lucha libre, y Blue Demon vs las diabólicas (1967).
Chano Urueta participó en varias películas como actor, entre ellas Chanoc aventuras de mar y selva, dirigida por Rogelio A. González (1966), donde interpretó al viejo Tsekub y como el abuelo de La choca (1973), de Emilio “Indio” Fernández.
Como escritor, trabajó con los directores Roberto Rodríguez en Viva mi desgracia (1943), con Miguel M. Delgado en El puente del castigo (1945) y en Asesinos en la noche (1956), con Roberto Gavaldón en El socio (1945), con Rolando Aguilar en Una aventura en la noche (1947) y con René Cardona en El increíble profesor Zovek (1971).
Te puede interesar: