Con transmisión por internet, el arzobispo de Chihuahua, Monseñor Constancio Miranda Weckmann, presidió la misa de Jueves Santo que fue transmitida por Facebook, a través de Notidiócesis, en la que disertó sobre el evangelio basado en la institución de la última cena de Jesús con sus discípulos y la institución del sacerdocio; y el lavatorio de pies.
Monseñor Miranda explicó que en los tiempos de Jesús lavar los pies, era un gesto de cortesía, que se dejaba a los sirivientes pero a veces, el dueño de la casa lo hacía, como un signo de sumisión.
"Cuando Jesús lo hace, nos deja un legado sobre la manera de comportarnos con los que nos rodean, lavamos los pies al prójimo cuando consolamos a una persona que está triste, cuando acmopañamos al que está en soledad, cuando no regateamos el tiempo de visitar al anciano o al enfermo. Cuando trabajamos por la paz en la sociedad, servir a la paz, es lavar los pies, es amar al prójimo, cuando protegemos la vida, desde su concepción, hasta la muerte natural, es también es signo de servicio", dijo.
Al referirse a la última cena de Jesús con sus discípulos, dice que tomó el pan y se los dio, y les dijo, tomen, porque este es mi cuerpo, que será entregado por ustedes, y les dice, haga esto en memoria mía.
"Es cuando instituye el sacramento de la eucaristía, como sacramento de vida, de aliento, de fortaleza e instituye a quien lo hace posible: los sacerdotes, cada vez que el sacerdote en la misa repite estas palabras, Jesús se hace presente en la ostia consagrada y en el caliz del vino consagrado, se hace presente en su cuerpo, sangre, alma y divinidad. Jesús quiso quedarse con nosotros de una forma sencilla como alimento, para darnos la fuerza, para cumplir el mandamiento, 'amando al projimo, como yo os he amado".
En su homilía, el arzobispo exhortó a orar por todas las familias, que ahora están deseosas de un día reunirse de manera física y cercana, cuando pase esta calamidad, para que se aleje y se acabe la pandemia, en este Jueves Santo, cuando inicia este Triduo Pascual.
En las intercesiones, dedicó la misa por todos los que están enfermos del Covid-19, para que el Señor les conceda su completa salud y vuelvan a sus habtuales acciones; por las personas que los atienden, a los enfermos, ancianos o personas necesitadas, para que el Señor les conceda el don de de la gracia de dedicarse a éstos hermanos; también por el Seminario, para que Dios conceda nuevas y santas vocaciones; por los sacerdotes que hoy celebran su día, que Dios y por las familias, especialmente las que siguieron la transmisión.
También realizó la bendición de los panes, y una hermana roció agua bendita sobre ellos.
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