El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, presidió la sagrada eucaristía en la Catedral Metropolitana, ante una feligresía limitada por las restricciones de la pandemia Covid, y con las medidas de prevención de contagio del virus SARS CoV2.
Durante su homilía, exhortó a todos los católicos a llevar el evangelio en el entorno en el que cada quien se desenvuelve, y afirmó que todo aquel que se diga católico, tiene que ser evangelizador, con la inquietud de prepararse cada vez más y vivir mejor, para encontrar al Verdadero Dios.
“El mundo está sediento de las cosas de Dios, hay que llevar el evangelio. ¿Y quién se lo va a llevar, los ángeles, lo sacerdotes, los catequistas¿ No, esta es tarea de todo bautizado, es tuya y mía. No necesitamos saber mucho, solo que nos convirtamos, que queramos seguir el camino de Dios, que nos dispongamos, que queramos, y que vayamos a la obra”, invitó.
Refirió a las sagradas escrituras, en el libro de San Marcos, donde dice la necesidad de predicar el evangelio a quien lo solicite, y el denuedo de Jesús de predicar.
“Puede haber un posible cansancio en el evangelizador, debido a que no todos están dispuestos a recibirlo y nos podemos abrumar, desanimar, como le pasó a Job, pero sabemos que la actividad del apóstol no es puramente humana, no es solamente terrena, el Señor es el que alimenta, y fortalece. Es el que da el incremento y esa es la paga, en la evangelización es un deber que tenemos en común todos los bautizados, es una labor pesada, y en un ambiente adverso, se pone mucho más, no olvidemos que nunca vamos a no tener la ayuda de Dios”, expresó el arzobispo.
Al término de la misa, anunció la transmisión de la misa el próximo jueves, cuando se celebra la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, desde la capilla en el arzobispado de Chihuahua, quien es la santa patrona de los enfermos. Monseñor Miranda mencionó que se pedirá especialmente por los enfermos de Covid.
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