Culmina el Triduo Pascual de la Semana Santa con la solemnidad de la Resurrección del Señor, que fue presidida por el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, con la observancia de las medidas impuestas por la pandemia de Covid-19, como transmisiones en vivo para evitar aglomeraciones, uso de mascarillas, gel antibacterial y tapete sanitizante.
A pesar de las restricciones por el azote mundial del mortal virus, la celebración que da sentido a la fe cristiana fue realizada, y se proclamó el anuncio “¡Cristo Vive!”.
“Cristo ha resucitado, está vivo, es la gran verdad que llena de contenido a nuestra fe. Ha triunfado de la muerte, del poder de las tinieblas del dolor, angustia, miedo, zozobra, soledad, ha triunfado Jesús. Hoy iniciamos el tiempo pascual, invadido por la alegría que se instala en todo momento en el corazón de los cristianos, porque Cristo está vivo
Su resurrección nos revela que Dios no abandona a los suyos, esta resurrección gloriosa del Señor, es la clave para interpretar toda nuestra vida y el fundamento de nuestra fe”, expresó Monseñor Miranda.
En su homilía, explicó que la resurrección de Cristo es la realidad central de la fe católica, la importancia es tan grande que los apóstoles son testigos de la resurrección, ejemplos, videntes y vivientes y anunciadoras de la resurrección de lo que después de 20 siglos, hoy se anuncia al mundo: ¡Cristo vive!
El arzobispo de Chihuahua mencionó que la resurrección es el argumento supremo de la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, porque resucitó nos muestra que es Dios. Después de resucitar por su propia virtud, Jesús glorioso fue visto por sus discípulos y las mujeres quienes pudieron cerciorarse que era el mismo, hablaron y comieron con él, comprobaron las heridas de los clavos y del costado de la lanza
“Jesucristo vive y esto colma de alegría nuestro corazón: Jesús que murió en la cruz, ha resucitado, ha triunfado sobre el dolor y la muerte. En él lo encontramos todo, fuera de él, nuestra vida queda vacía. La resurrección de Jesús es el plazo a la vida gloriosa, es el amanecer a la vida instaurada por Cristo. La resurrección del Señor sucede un domingo, como hoy, por eso se le llama el Día del Señor, nos dice el evangelio que María Magdalena fue muy de mañana acompañada de otras mujeres el primer día de la semana a visitar el sepulcro y no encontró a lo que iba, a embalsamar el cuerpo que se había quedado interrumpida la preparación, porque llegó el sábado”, disertó.
Al finalizar la celebración el arzobispo dirigió el rezo de la Salve, para solicitar la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes, para que levante pronto el flagelo de la pandemia, y acompañe a quienes están enfermos por esta causa. Finalmente, deseó felices pascuas y que la luz de la Santísima Virgen acompañe a todos en la alegría del tiempo pascual.
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