La población mayormente afectada son las y los niños y adultos mayores, y este tipo de accidentes son los más comunes, después de los viales.
La Cruz Roja, refiere que entre los principales eventos se encuentran las caídas, seguidas por ahogamientos, envenenamientos, quemaduras, cortaduras con objetos filosos y aplastamientos, sin olvidar las causadas por violencia, como las heridas por arma de fuego.
"Los accidentes no solo son causa de la irreparable pérdida de vidas humanas muchas veces, sino que en muchos casos, representan el daño a la productividad y desarrollo de una persona, el perjuicio a la tranquilidad familiar y altos costos económicos para las familias mismas y el sistema de salud", refiere el documento " Accidentes en el hogar", de la Cruz Roja.
Tambien expone, que el 90 por ciento de éstos, son prevenibles porque no existen, sino que se trata de eventualidades causadas por descuido, omisiones o falta de prevención.
El Programa Nacional de Prevención de Accidentes de Cruz Roja Mexicana, es desarrollado y operado por la Cruz Roja de la Juventud, (dentro del Programa de Protección de la Salud y de la Vida), y es un programa educativo permanente para la reducción del riego cotidiano y la prevención de accidentes y lesiones, dirigido especialmente a las y los niños, jóvenes y sus familias.
A través de una estrategia educativa moderna y ágil, el Programa Nacional de Prevención de Accidentes, promueve desde temprana edad, la percepción del riesgo, el conocimiento de los factores causantes de los incidentes, el reconocimiento de las situaciones de inseguridad y peligro e impulsa acciones de conciencia, para provocar la reducción de la vulnerabilidad ante los potenciales perjuicios y daños a la integridad física y mental que afectan el desarrollo de la vida y la productividad de las personas.
Entre las recomendaciones, se encuentra, no dejar a la mano sustancias tóxicas, etiquetar las mismas; no permitir que niños y adultos mayores se acerquen a la estufa; tener cuidado si hay escaleras dentro de casa y no dejar objetos de riesgo para menores, tal como los punzo cortantes.