Los productores de leche de la región centro-sur del estado indican que se vieron en la necesidad de mover más de 285 mil litros de producción de Rosales y Meoqui hacia la planta secadora de Rubio, en el municipio de Cuauhtémoc con sus propios recursos, a raíz de los problemas con el abastecimiento de gas natural, pues las deshidratadoras de esa zona utilizan el hidrocarburo como recurso para encender sus máquinas.
Desde el martes de esta semana comenzaron a ser devueltos los vehículos que transportaban el lácteo hacia la planta, explicándose a los productores del sector social que esto obedecía a la escasez de gas.
Santos Anchondo, dirigente de un grupo de pequeños ganaderos, afirmó que la leche de la mayoría de los centros de acopio establecidos en la región se envió hacia la secadora de Rubio. Detalló que del centro de acopio de Meoqui las pipas se llevaron antier 150 mil litros y otros 50 mil del municipio de Rosales, sin contar otros sitios donde se recibe el producto.
“El problema más fuerte que tenemos ahorita es que las compañías que deshidratan para Liconsa no pudieron maquilar o trabajar porque no había gas natural para procesar la leche”, explicó Santos Anchondo, uno de los 300 productores de la región afectada.
Entre las empresas que no pudieron trabajar por la falta de suministro está la deshidratadora de Meoqui, que es propiedad del gobierno, en la que se procesan hasta 150 mil litros por semana, en las plantas Lactodel y Sunilec, ubicadas ambas en Delicias, donde se reciben 55 y 50 mil litros por semana, y la empresa Gabatt, ubicada en Rosales, recibe hasta 30 mil litros, los que se tuvieron que mover a Rubio por problemas de operaciones.
“Parece que no estamos en México, nadie nos toma en cuenta ni nos avisan que no vamos a tener suministros suficientes; los productores estamos con la incertidumbre de si habrá gas, luz, agua, pago de Liconsa”, manifestó.
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Aunque el precio pagado por la planta industrial ubicada en Rubio es menor al de garantía de 8.20 pesos, los lecheros decidieron enviar allá su producto con tal de que no se eche a perder, explicó Anchondo.
Precisó que en Cuauhtémoc les pagarán el litro de leche a 6.15 pesos, pero están con la incertidumbre de que también el secador de allá se sature porque no deja de entrar mucho producto proveniente del sur del país.
Dijo que los productores están siendo apoyados por gobierno del estado, que intenta establecer comunicación con la paraestatal para saber cuál es la situación actual en la planta de Delicias, donde ya no ha habido más apagones.
Otro problema no resuelto es la falta de pago por parte de la federación a los productores del sector social, a quienes adeuda dos semanas.
Santos Anchondo refirió que Liconsa había prometido ponerse al corriente con ellos cuando iniciara este año, con el nuevo presupuesto para la compra de leche, pero nuevamente se ha retrasado como sucedió en diciembre.
“No sabemos lo que esté pasando con el nuevo presupuesto y luego la verdad no le entiendo yo a las políticas de las dependencias federales: nunca nos ha pasado esto; tenemos las puertas cerradas para entrar con ellos, no nos reciben, que no hay citas, que no hay tiempo, y hasta la fecha no hay contacto con ellos, contrario a otras dependencias”, denunció.
En relación con el consumo de gas, Santos Anchando puntualizó que toda la cadena de producción de los lácteos se maneja a base de gas, como es el caso de las queserías, las panaderías, las deshidratadoras.
“No sé si en Cuauhtémoc se manejen con un tipo de gas distinto, pero estas empresas deberían de tener abasto y reservas suficientes para poder trabajar sin problemas, por lo que no sabemos si ahora las empresas de gobierno no compraron suficiente gas o quién sabe qué fue lo que pasó”.
Con colaboracón de Antonio Garfio
