Vanessa López, de 12 años, recibió la primera dosis en la Clínica No. 20 del IMSS en la ciudad de Delicias con el consentimiento de su madre, María Luisa. La segunda aplicación le fue aplicada tres meses después en la institución educativa a la que acudía, a pesar de que María presentó la cartilla de vacunación argumentando que la dosis le correspondía dentro de otros tres meses.
“La segunda fue en la escuela casi tres meses después cuando en el IMSS dijeron que hasta dentro de seis meses. Envié la cartilla para que no se la aplicarán pero aun así lo hicieron. De ahí empezó con dolores de cabeza y dolor de piernas, fue en el 2017 cuando comenzamos las visitas al hospital”, explicó María Luisa.
Vanessa dejó de caminar hasta que en la Clínica 11 le fue administrada inmunoglobulina “muy a tiempo”, y después de varios meses puede llevar una vida normal en comparación a las demás niñas afectadas, según explicó María y agregó que, a diferencia de otros casos, a ella y a su hija les brindaron la correcta atención.
“Mi hija hoy en día mucho mejor, el 2017 un año de mucho aprendizaje para nuestra familia. No le deseo a nadie eso por lo que pasamos nosotros, cuando nadie te cree sobre el dolor de tu pequeña, si tienen atención inmediata ellas pueden mejorar. Si alguien sale afectada que sepan que entre más pronto se les atienda mejoran y no perder tiempo en estudios que por lo regular todos salen bien y es por eso que luego las tachan de enfermas mentales cuando no es así, ellas sufren y mucho”, explicó.