¿Qué paso con las desaparecidas del Lerdo? Parte 1 de 3

Durante 5 años se registraron varios casos de jovencitas desaparecidas

Ricardo Holguín

  · lunes 31 de diciembre de 2018

Diseño: Oscar Orozco

De 1999 al 2004, en la capital del estado, se registraron las cifras más aterradoras sobre la desaparición de jovencitas de entre 12 a 16 años de edad, la mayoría de ellas fueron vistas por última ocasión en zonas como el centro de la ciudad y en las instalaciones del parque Sebastián Lerdo de Tejada.

Casos como el de Cecilia, Rosalba, Luisa Paola y una veintena más de niñas o jovencitas, fueron los hechos que sembraron terror entre la sociedad de esa época, pues muchos conocían las privaciones que se registraban en aquellos años, pero pocos sabían del verdadero origen o quiénes eran los responsables de las desapariciones.

Dentro de aquel periodo, la sociedad conocía a cuentagotas lo que sucedía con las niñas que desaparecían, las autoridades no investigaban a fondo, sin embargo, cada vez, más mujeres eran secuestradas o prostituidas por un cierto grupo de personas que incluso enviaban a chicas a ciudades como Nueva York y Georgia en los Estados Unidos.

Todo parecía normal para los niños y adolescentes de aquella época, pues estos jugaban en parques, callejones y en la calle, iban a la escuela por su cuenta y otros más utilizaban el transporte público sin la supervisión de un adulto o tutor, simplemente tomaban el camión para viajar como un medio tradicional de transporte.

Sin embargo, la historia tuvo un cambio importante en aquellos años para la sociedad en general, a partir del año 2000 el panorama se tornó peligroso y riesgoso para todas las niñas menores de 18 años, pues una banda o un grupo de personas engañaban a las jovencitas y las obligan a prostituirse o las vendían como una trata de blancas.

El principal autor de esto y quien inició con la aterradora historia para las familias chihuahuenses, fue Israel López Cadena, “el Chilango”, quien viajó en el año 2000 del Estado de México a Chihuahua en búsqueda de trabajo y al obtener algunos empleos, donde también utilizaba su tiempo para reunirse con los denominados “Cholos del Lerdo”.

Israel López, se estableció en una vivienda de las calles Tercera y Méndez, donde vivía solo y ocasionalmente se reunía con mujeres donde había drogas y bebidas embriagantes, lo que le permitió crear un lazo estrecho con los “Cholos del Lerdo”, agrupación a la que perteneció por más de cuatro años consecutivos, a tal grado que llegó a ser el líder de esta agrupación.

Los “Cholos de Lerdo” eran jóvenes y adultos que vivían por los alrededores del parque Lerdo de Tejada, que comúnmente organizaban riñas, robos y una serie de delitos más, por los que eran temidos por muchos, debido al gran número de personas que pertenecían a esa agrupación de “malandros”.

“El Chilango” y su agrupación contaban por lo menos con 25 años de edad, era uno de los “cholos” más populares del lugar, ya que tenía cualidades que le permitían establecer confianza y seguridad en todas sus palabras; era alto, ojos azules, con tez blanca y lo identificaban con una “labia” incomparable.

Esas cualidades de Israel López, permitieron que muchas jovencitas de entre 14 a 16 años se fijaran en él, por su puesto aprovechaba su facilidad de palabra a tal grado que llegó a casarse con dos mujeres al mismo tiempo, en una “ceremonia” que realizaron en el parque Lerdo de Tejada, donde radicaba.

Sin embargo, al conocer de su mecanismo de engaño y facilidad de persuasión, enganchó a más de 12 jovencitas para hacer diferentes cuestiones relacionadas con la prostitución, pues se llegó a coronar como un “padrote” de mujeres, a las que convencía para ser vendidas a otras personas, incluso funcionarios de aquella época.

También fue acusado de privar de la libertad a dos menores, a quienes tenía encerradas en su vivienda, las golpeaba y las violaba, además de que las exhibía a sus amigos para que pagaran por tener relaciones sexuales con ellas, pero en el año 2001 fueron liberadas por un sujeto y una madre de las víctimas.

Los “Cholos del Lerdo” y el grupo que pertenecía, que se hacían llamar “Los Cholos jóvenes”, comenzaron a persuadir a jovencitas de entre 12 a 16 años de edad para que sostuvieran relaciones sexuales con adultos o con los mismos cholos del barrio, así como venderlas a diferentes personas dentro y fuera del sector.


Divertimax, “el origen de la prostitución”

Las famosas maquinitas de los años 2000, eran aquellas nombradas “Divertimax” ubicadas en el centro de la ciudad, donde decenas y decenas de niños y jóvenes acudían para pasar algunas horas de diversión a través de los videojuegos y golosinas que se ofertaban en aquel puesto en la calle Libertad.

Ahí en la “Liber” llegaban niños de todas las edades, era uno de los principales puntos donde se reunían los jóvenes por el mediodía y tarde para platicar, socializar y divertirse en aquellos juegos de antaño.


Pero también, fue uno de los puntos donde desaparecieron más niñas y adolescentes, ya que al ser del conocimiento de todos, que las maquinitas del Divertimax concentraba grandes cantidades de jóvenes, algunas personas aprovecharon esa debilidad para enganchar menores a través de técnicas de convencimiento.

Israel López Cadena “El Chilango” acudía cotidianamente a ese lugar, ahí veía algunas mujeres que pudieran servirle para su negocio de prostitución, con su facilidad de palabra, buscando jovencitas vulnerables que pudieran caer en el engaño, pues veía víctimas que tuvieran problemas familiares o alguna otra característica que las volviera victimas de sus enredos.

Por lo menos cuatro mujeres menores de 16 años desaparecieron del lugar; Rosalba fue vista por última vez en ese sitio y platicando con quien decían era su novio, Israel López, según comentan algunos testigos y familiares quienes brindaron detalles cuando se reportó su desaparición en el año 2001.

La manera de operar era que “el Chilango” iba a conocer mujeres al Divertimax, pues él trabajaba en algunas tiendas del centro y de ahí identificaba más jovencitas, a las cuales convencía y finalmente las llevaba a su “prostíbulo” que tenía en las inmediaciones del parque Lerdo de Tejada.

Ahí en el parque Lerdo, los “Cholos del Lerdo” llevaban mujeres para la venta, conectaban clientes y en algunas ocasiones los asaltaban cuando se disponían a tener relaciones sexuales con las jovencitas, la anarquía y todos los hechos ilícitos estaban a cargo de al menos 30 cholos que vivían por la cuadra.

Del Divertimax se llevaban a las jóvenes, algunas por la fuerza, a otro punto esencial de todo el negocio clandestino, era la calle Quinta, y Libertad, donde era la partida de las mujeres, o prácticamente las ofrecían a algunos clientes que pasaban por el lugar, todo durante los años 2000 al 2002.