El arzobispo Constancio Miranda Weckmann presidió la sagrada eucaristía en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, ante la feligresía que se congrega semana a semana para escuchar la predicación del jefe de la Iglesia Católica en el estado.
“Para todos los seguidores de Cristo resulta necesario examinarnos en nuestra vida, en el interior, y así calificar qué aspectos tengo que mejorar o cuáles tengo que corregir para seguir más de cerca a Jesús. No basta con conformarnos de ir viviendo más o menos, no basta con no matar, no robar, con limitarse a hacer lo mandado (los diez mandamientos), sino a amar a Jesús; amar a nuestros hermanos con el amor que amamos a Dios”, exhortó Monseñor Miranda.
Lo anterior, con base en el evangelio de San Lucas, en el capítulo 14, donde el pasaje muestra a Jesús hablando a sus apóstoles invitándoles a que sigan su ejemplo para caminar junto a él.
“Quién no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla se pongan a burlarse de él los que miran diciendo: ‘Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.
Para finalizar, el arzobispo Miranda señaló que aquel que dice que ama a Dios y no ama a su hermano, es un mentiroso, y se encomendó a Santa María de Guadalupe para cargar la cruz al lado de Jesús.
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