Cuauhtémoc, Chih.- Bajo la dirección de la maestra Karina Ordóñez, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Cuauhtémoc, retomará los ensayos presenciales, luego de estar durante meses en prácticas a distancia, para preparar un concierto que habrán de ofrecer a la comunidad.

El proyecto fue aprobado dentro del programa Eká Nawéame, por parte de la Secretaría de Cultura del Estado, con el cual se destinan recursos para la promoción del arte y la cultura, cumpliendo la orquesta con los requisitos para recibir el beneficio.

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Actualmente tiene inscritos 60 niños, adolescentes y jóvenes de 10 a 19 años, con un repertorio de nivel intermedio a avanzado. Se habían planeado cuatro conciertos en mayo, julio, octubre y diciembre, finalmente será uno solo, para el cual ya están trabajando confirmó la directora, quien mantiene el programa a distancia con los alumnos, los cuales han avanzado notablemente.

La orquesta tiene como finalidad difundir la educación musical formal para propiciar la profesionalización de los artistas locales, así como también capacitar nuevos músicos con bases sólidas y de calidad.

“Tenemos el apoyo de Grupo La Norteñita, quienes siempre interesados en el arte y la música, se han sumado a este proyecto”, expresó Karina, quien destacó que a través de esta empresa se han recibido importantes donativos, como instrumentos nuevos, así como el Club Activo 20-30, con los que los jóvenes ensayan desde casa, cumpliendo con un programa de formación integral en el que ella está pendiente en todo momento.

Sobre la formación en tiempos de pandemia, la directora de orquesta aseguró que han tenido que adecuar a las necesidades de cada estudiante, así como a las exigencias para lograr que cada uno, de su mejor esfuerzo y se tengan buenos resultados.

El concierto que planean, está previsto para finales de año, por lo que ya trabajan en las piezas que lo conformarán, pero, además, debido al cambio de semáforo que ha tenido el estado, en el que ya se permite un aforo hasta del 30 por ciento en salas, reanudarán, con todas las medidas de sanidad y distancia, los ensayos presenciales, en donde habrán de afinar lo aprendido en clase a distancia.

“Estamos muy contentos y creemos que es un gran proyecto que beneficia a la niñez y a la juventud”, comentó la directora, quien considera que la música transforma al ser humano y es por ello que el hecho de tener orquestas infantiles en las comunidades, cambia la dinámica de vida, mejorando el desarrollo social, una mayor convivencia entre familia y en general, una población más armónica.

Además, quien estudia música, logra también un desarrollo en el proceso cognitivo, en matemáticas, lingüística, etcétera, explica la maestra, quien confía en que sea la música la que logre una real transformación en la población.

En este periodo, se ha trabajado en línea, algunas sesiones de asesoría individual, afinación de instrumentos, entre otros, pero ha sido buena estrategia para aprendizaje de los estudiantes. “Desde luego nunca se va a comparar con la convivencia humana”, destacó.

A lo largo de los meses de la pandemia, la Orquesta ha compartido diferentes videos en su página de Facebook, en donde muestran algunos de los avances que han logrado durante sus sesiones en línea y en los que se puede apreciar el conocimiento adquirido por los alumnos.

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