Entre el ambiente de sicosis e inseguridad que se vivía en la ciudad el 24 de octubre, a las 10:40 horas de la noche, llegó una llamada anónima a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, donde una persona decía conocer lo que había pasado con el paradero de una niña desaparecida y que estaba dispuesto a colaborar.
Una esperanza de abonar a las investigaciones fue lo que creó esa llamada de un joven aparentemente desesperado quien decía haber conocido a las personas que se llevaron a la menor Camila Cobos y que fue lo que ocurrió a las 17:00 horas cuando la subieron a un carro de color blanco.
Pasadas las 23:00 horas del mismo miércoles cuando se robaron a Camila, se presentó el joven, con algunos golpes, vomitado y orinado en su ropa, diciendo que era el conductor del carro Ford Fiesta blanco en el que se la llevaron a la menor, que no lo había hecho por su voluntad y que en cambio un sujeto lo amenazó con un arma de fuego.
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Al narrar los hechos, el joven que se identificó como Juan Manuel Villalobos, dijo que él era conductor de la plataforma de Uber y que un joven por la avenida 20 de Noviembre le había solicitado un viaje a Riberas de Sacramento, por lo cual cobraría 200 pesos, por lo que tomaron la avenida Independencia.
Ya en el lugar, pararon en un grupo de niños, el “pasajero” que en realidad nunca existió, tuvo comunicación con los niños e invitó a subir a su vehículo, por lo cual Camila Cobos accedió y subió al vehículo Ford de color blanco con el que se la llevó a dar algunas vueltas por las calles del Centro.
Dijo que no sabía por qué calles andaba en el Centro de la ciudad, y que sólo tomaron la avenida Teófilo Borunda rumbo a Delicias, rumbo a San Diego de Alcalá, donde se vieron con otras personas quienes viajaban en un vehículo Jeep, color amarillo, en el que se llevaron a la menor.
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Del 24 al 27 de octubre, Juan Manuel estuvo colaborando con los elementos de la Fiscalía General del Estado, como posible víctima y participante del robo de la niña, escuchando la versión que platicaba a los elementos y hasta accedió para dar un retrato hablado del supuesto responsable.
Al declarar a los elementos investigadores, dijo que de San Diego de Alcalá lo llevaron a Satevó, donde lo dejaron en libertad, ya que lo habían visto que se había vomitado y orinado en los pantalones, además de que presuntamente lo habían ahorcado con el cable USB que estaba en su vehículo, aunque sí tenía huellas de daños, lo que hizo más creíble la versión.
El joven narró tan bien los hechos que mantuvo el engaño por algunos días, pero tras el paso del tiempo las sospechas resultaron en su contra, algunas declaraciones no eran meramente creíbles por lo que lo mantuvieron asegurado para que siguiera colaborando a los ministerios públicos.
Sin embargo, lo que en realidad sucedió fue que el joven sí recorrió la ciudad de Chihuahua, posteriormente San Judas Tadeo, luego San Diego de Alcalá, Delicias, Satevó y regresó a la capital, como lo narró en su declaración cuando acudió a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado.
Aunque sí recorrió los puntos que dijo el joven, lo que en realidad pasó fue que en cada uno de los puntos realizó algunos hallazgos, pues primero la robó, después viajó hacia San Judas Tadeo, después se pasó a San Diego de Alcalá, donde aparentemente duró 30 minutos en el lugar.
Ya en un terreno baldío y después de violentar sexualmente a la niña de 7 años de edad, la asesinó con una agujetas de los tenis, que utilizó para ahorcarla y finalmente abandonarla en el terreno baldío, por lo cual vomitó al ver el impacto que le ocasionó privar de la vida a una niña inocente.
Después de cometer los hechos entre las 20:00 horas del miércoles 24, el sujeto, manejó rumbo a Delicias, ahí tomó la carretera que conduce a Satevó, donde finalmente se detuvo por más de 20 minutos para saber qué es lo que haría ahora que había asesinado a una niña y que toda la sociedad se había consternado.
Durante ese trayecto utilizó el tiempo para reflexionar y estudiar qué es lo que iba a hacer y declarar a las autoridades, una historia que empatará con la inseguridad del día a día y creyeran que trataba de un grupo armado que lo había obligado a llevar a la menor, lo cual consultó con un amigo a quien llamó.
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