Con rostros sonrientes y brazos abiertos, los generosos regaladores de abrazos sorprendieron a feligreses de la Catedral Metropolitana de Chihuahua que esperaban en el atrio la siguiente llamada a misa.
Los integrantes del Reto de los 200 abrazos abordaron igual a niños que adultos, a feligreses como paseantes dejando un apapacho con quienes recibían el inesperado regalo.
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