“Queremos que no se prohíba, sí queremos que se regule”, manifestó Ignacio Ramírez, presidente de la Asociación Estatal de Galleros del Estado de Chihuahua, quien se pronunció por que el Legislativo realice un estudio minucioso del impacto negativo de dicha legislación.
El quejoso explicó que la intención de realizar alguna protesta es para conservar las tradiciones, fuentes de empleo y la defensa del gallo de pelea; externó que el impacto de prohibirlas iniciaría un proceso de clandestinidad y dejaría sin empleo a personal de 3 mil galleras y 45 palenques en el estado, que generan miles de empleos.
Esto luego de que el Gobierno del Estado lanzara en el Congreso la llamada Ley de Bienestar Animal, en la que se prohibirá las corridas de toros y las peleas de gallos en Chihuahua, por considerarlas eventos en los que el fin es el daño a un animal.
Añadió que en el caso de los ranchos en los que es permitida la cacería deportiva, el Estado no tiene facultades ya que son reguladas por la instancia federal. En la iniciativa no están las sanciones a aplicar, ya que serán incluidas en las leyes secundarias.
Por su parte, Ignacio Ramírez argumentó que el gallo de pelea nació para pelear, como su nombre lo dice y señaló que esta tradición debe conservarse.
De igual manera aseveró que en la actualidad todo mundo sale a los medios de comunicación como protectores animales por ser un modismo; sin embargo son los miembros de la asociación estatal quienes tienen cuidados específicos con los animalitos desde que nacen, y por su origen es porque los llevan a pelear, pero no se puede evitar esta actividad.
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