Con tan solo una densidad de metro cuadrado, pero un peso de 4.5 toneladas, es una roca de óxido de fierro, o hematita Botroidal, que registra una edad de más de mil años.
Descubierta durante las actividades de una brigada de estudiantes, esta roca fue localizada en la región de Carrizalillo, por el maestro de la Facultad de Ingeniería, Ignacio Reyes Cortés, quien desde 1983 empezó la gestión para trasladarse a esta área académica para su mejor conservación.
Es parte de una veta de l0 metros de ancho y 2 kilómetros de largo, lo que constituye un yacimiento de fierro localizada en 1967 por una compañía extranjera, pero que no fue explotada debido a la poca cantidad de material y que la hacía incosteable, aunque en la actualidad se tiene la presunción que la estimación de fierro pudiera superar las 25 mil toneladas que en aquella época se evaluó.
La formación se presentó derivado de una cámara magnética que, al empezar a enfriarse y generar sudor, provocó la separación de los metales.
Te puede interesar: