En el municipio de Chihuahua se han registrado del primero de enero a mayo del presente año, 279 mil 574 llamadas improcedentes.
Las llamadas improcedentes corresponden a bromas, cuelgan o no contestan, y de transferencias a otras dependencias, de pruebas o curiosidad para ver el funcionamiento del 911, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado.
Las llamadas reales de emergencia dan un total de 137 mil 332, es decir que sumadas a las llamadas improcedentes de mal uso suman 416 mil 906, es decir que el 60% de llamadas al 911 no son importantes, con lo que se pierde tiempo y atención a casos urgentes.
De un promedio de diez llamadas de emergencias que se puede recibir en una hora promedio, más del 60% resultan ser falsas, asegura Lucero Hernández González, policía segundo, encargada del área de radio operadores de Seguridad Pública Municipal.
Según el director de Seguridad Pública Municipal, Gilberto Loya, durante 2017 el 70 por ciento de las llamadas que recibió la corporación al 911 para reportar algún incidente fueron falsas, de un total de 240 mil llamadas atendidas.
“Muchos de los reportes falsos se detectan desde la llamada, sin embargo hay otras que provocan que nos movilicemos, inclusive nos damos cuenta cuando los delincuentes nos empiezan a medir los tiempos, que como quiera que sea siempre requieren de la movilización para comprobar, pero siempre sabemos que nos están midiendo”, sostiene.
“Nos damos cuenta que las llamadas son falsas cuando ya se movilizó a los agentes, a las unidades de manera innecesaria, porque no era un asunto real y tenemos un recurso menos en la calle, ni realizando labor de patrullaje”, explica la agente de policía Lucero Hernández.
Señala que en ocasiones quienes realizan llamadas que no ameritan emergencia son personas que tienen algún problema mental, pero es mediante el diálogo con esas personas cuando se detecta este tipo de situaciones.
De acuerdo con la policía segundo, también hay niños que hacen bromas y utilizan el 911 para hacer llamadas en falso.
Hernández González dice que las personas consideran que todas las llamadas son importantes, pero no es así, pues se clasifican entre más relevantes sean como hechos de violencia.
“Todas las llamadas son importantes, pero hay que darles diferente prioridad, muchas veces son llamadas verídicas, y las personas se desesperan, sobre todo cuando te dan cruce de calles, y por ello se les pide que esperen a que llegue la unidad” precisa la oficial de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Para la oficial Lucero Hernández González, existe una buena coordinación con las autoridades de los diversos niveles, pues en la corporación municipal también hay agentes de Vialidad, Policía Estatal, Policía Federal en apoyo de las emergencias.
“Hay elementos de la Policía Federal, Estatal, Vialidad, enlace con C4, con ambulancias para cualquier tipo de emergencia y las corporaciones están en la misma sintonía, sólo una persona se hace cargo de la situación, los demás acuden a apoyar cuando hay lesionados con armas de fuego y situaciones que así lo requieren” explica.
SE COMPLICA CUANDO SE JUEGA CON EL 911: GILBERTO LOYA
Para el director de Seguridad Pública Municipal, Gilberto Loya Chávez, muchos de los reportes falsos se detectan desde la llamada, sin embargo hay otras que provocan que nos movilicemos, inclusive nos damos cuenta cuando los delincuentes nos empiezan a medir los tiempos que como quiera que sea siempre requieren de la movilización para comprobar pero siempre sabemos que nos están midiendo”.
Asegura que quienes trabajan en la corporación están capacitados para detectar cuando los delincuentes comienzan a reportar ciertos hechos, esto con la finalidad de medir los tiempos que tiene la policía al momento de acudir a atender algún caso.
“Hemos detectado llamadas donde probablemente están midiendo el tiempo de respuesta de la policía y lo que hacemos es estar siempre variando nuestras estrategias para atender el llamado de la ciudadanía” sostiene Loya Chávez.
Indica que el tema de las llamadas falsas es un problema nacional que se promedia, entre 70 y 80% son llamadas comunes, “llamadas que piden algún servicio de emergencia en falso, llamadas de niños jugando que se incrementa en temporada vacacional, llamadas de adultos que no están bien de sus facultades, como también hay llamadas que solicitan información”.
De acuerdo con Gilberto Loya, este año las llamadas falsas han disminuido y ello obedece a los programas de prevención y alerta que se les enseña a menores de edad en diversos centros escolares.
“Se ha reducido en 10% y eso es muy importante, porque a pesar de que no hay una campaña muy agresiva en cuanto al uso del número de emergencias, se ha logrado disminuir esto”, precisa.
Explica que las llamadas falsas no sólo afectan a la corporación por representar un desplazamiento innecesario que genera gastos, sino también a las personas que pudieran requerir realmente de un auxilio y que no lo reciben de manera oportuna porque las patrullas o unidades de apoyo se desplazaron a otro lugar, atendiendo una emergencia inexistente.
Refiere que es importante reflexionar antes de tomar el teléfono para llamar al 9-1-1, pues reportar un delito, un accidente o una situación de emergencia inexistentes, tiene un costo económico muy alto, pone en riesgo la vida de los elementos de Seguridad Pública, pero también de otras personas que pudieran incluso morir por no recibir de manera oportuna la atención necesaria porque los cuerpos de emergencia se encontraban lejos de ese lugar, por obra y gracia de un bromista.
