Las vacunas contra la influenza debieron de haberse aplicado durante octubre y noviembre de 2017, preferentemente, y no como lo ha divulgado la Secretaría de Salud, que afirma debe aplicarse antes de marzo, aseguró el médico infectólogo Jesús Moisés Ramírez López(*), quien además confirma que existen más de 50 casos de influenza en el estado.
“Me parece preocupante que sólo tengamos registrados 50 casos de influenza”: Infectólogo
El doctor Moisés Ramírez exhortó a la población médica en buscar intencionadamente si tiene influenza o no el paciente, y no simplemente decir “parece que tiene influenza y voy a tratarlo, si no generamos más información y no sabemos cuántos casos realmente hay, no podremos mandar información a uno de los nueve centros mundiales que recogen toda la información de los tipos de virus que causan los casos y nuestra vacuna del año siguiente... y nuestra vacuna seguramente será menos efectiva”.
Confirmó que existen muchos casos que no se detectaron, pues pasaron desapercibidos quedando en sospecha o probabilidad, pero no fueron registrados.
Los casos verdaderos deben de ser mayores -a los 50 confirmados por parte del Sector Salud en Chihuahua-, por lo que dijo: “No sabemos cuántos más existen, pues estos son casos confirmados, pero seguramente hay muchos que incluso realizándose la prueba no se documentaron ni enviaron a las instituciones correspondientes para llevar el control epidemiológico”.
Aseguró que muchas instituciones pudieron haber clasificado decenas de casos que diagnosticaron clínicamente dentro del grupo de enfermedad tipo influenza o dentro de la insuficiencia respiratoria aguda grave, pero nunca mandaron hacer la prueba, “por lo tanto deben de existir muchos, muchos casos que no se han diagnosticado, que han sido influenza, me parece preocupante que sólo tengamos registrados 50, en una zona territorial tan grande”, comentó el infectólogo.
Aunado a que en el estado de Texas haya reportado miles de casos confirmados de influenza, donde van 29 mil 283 desde que inició la temporada hasta el 17 de febrero del presente año, por lo que existe una discrepancia muy grande entre el lado americano y el mexicano, la diferencia es que en Estados Unidos tiene una vigilancia activa contra influenza, mientras que en México es una vigilancia centinela, “si creemos que puede llegar a ver influenza lo reportamos, pero ellos reportan todos los casos”.
“No creo que la influenza respete esta barrera natural que llamamos Río Bravo y de repente allá tengamos muchos casos y en México, en el estado vecino muy pocos, seguro hay un subregistro”, aseguró el médico.
Si la influenza fuera una enfermedad de reporte obligatorio, los números de registros serían mayores, por lo que no se sabe el número verdadero de casos confirmados de influenza, “falta ese enlace de información hacia la Secretaría de Salud mediante la Dirección de Epidemiología”, comentó el infectólogo.
Es improbable que teniendo 600 casos sospechosos sólo haya 50 confirmados -tal como lo informó la Secretaría de Salud del Estado-, “habría que fijarse que en esta temporada no lleguemos más que a 24 mil casos en el país, no podemos saber lo más cercano a la verdad porque no tenemos una manera de medirlo”.
Los números a priori reportados por parte de la autoridad, en base a lo que se les informa por parte de los centros médicos, hay una gran diferencia de lo reportado a lo que está sucediendo, advierte.
“Si no sabemos cuántas personas están enfermas, no hay manera de prevenir, si una persona se enferma y se hace el diagnóstico, esta persona debería de no acudir a otros lugares concurridos, tomar el tratamiento, difícilmente será contagioso para alguien más”, dijo respecto a que no existe un registro real de personas con influenza, por lo que se incrementa el riesgo de contagio, siendo una enfermedad letal en algunas personas, “a medida de que mejor entendamos que se tiene que hacer una búsqueda real de la enfermad para luego tratarla, menor la probabilidad de que grupos vulnerables enfermen y pierdan la vida”.
¿Qué es la influenza?
Existen tres tipos de influenza, el A, B y C, son de importancia. La influenza C es extraordinariamente raro que afecte al ser humano, mientras que la A y B sí agrede al ser humano.
La influenza A tiene diferentes proteínas, de entre las cuales existen dos que más interesan al gremio de infectología, la primera es la Hemaglutinina y la Neuraminidasa, donde en la Hemaglutinina se tienen 18 subtipos que dan del 1 al 18, mientras que de la Neuraminidasa se tienen 11 subtipos del 1 al 11, de aquí sale el nombre de Influenza AH1N1, las posibilidades sólo de la influenza tipo A, existen 144 combinaciones posibles.
“Lo que más afecta al ser humano son dos configuraciones, que es AH1N1 y AH3N2, pero puede haber otras, pero éstas por mucho son las que más frecuentemente nos pueden afectar, porque tienen más afinidad por el ser humano, algunas otras configuraciones tienen más afinidad por las llamas, camellos, leones marinos, por las aves, por el cerdo o por los caballos, sí podemos enfermar de otros, pero sobre todo de éstas dos”, expresó el doctor Ramírez.
Para el caso de influenza B, solamente existen dos linajes, Victoria y Yamagata, las características de esta influenza es que no se asocian con pandemias, a diferencia de la influenza tipo A, la cual genera pandemias y alta mortandad, “la razón de esto es porque este virus no tiene una proteína muy buena que se llama RNA polimerasa que es deficiente en su trabajo y se equivoca fácilmente al transcribir la información genética y a estos errores se le llaman mutaciones, en cambio la equivalencia en los seres humanos difícilmente se equivoca por eso rara vez tenemos una mutación, este virus se equivoca fácilmente, donde al pasar de uno a otro virus se le llama mutación”.
Influenza mexicana de 2009
Existen dos grandes mutaciones en cuanto a los antígenos, el primero se llama Shift y el segundo Drift, “el Drift es una mutación muy pequeña y puntual, que hace la diferencia de un virus al del virus del año que viene y así sucesivamente, “esto hace que cuando cambia y muta nuestro cuerpo ya no lo puede reconocer como el virus anterior, entonces para el cuerpo es un virus nuevo, y a esto se le llama influenza estacional”, explicó el también médico pediatra.
Ocasionalmente existen una reconfiguración completamente diferente, es decir un cambio mayor, lo que se llama antigenic Shift, “como nos sucedió en 2009, es que una parte de influenza porcina de 1918 -pandemia que acabó con millones de vidas-, se reconfiguró una parte de éste, con una parte de material genético de influenza aviar de Norteamérica y con una parte de influenza humana H3N2, cuando se mezcla este material genético forma una nueva cepa, que ésta a su vez se combinó con una cepa euroasiática del cerdo que parecía a la aviar, y en 2009 genera una cepa diferente para la que el ser humano nunca había estado en contacto”, recordó el médico Ramírez.
El también egresado del Instituto Nacional de Pediatría hizo el recordatorio sobre la cepa pandémica de 2009 llamada influenza mexicana, “cuando se genera esta cepa nueva, esta cepa llega y se vuelve pandemia y desplaza a toda nuestra influenza estacional, y se queda como nuestra nueva influenza estacional”.
Afirmó que por esta razón es indispensable, cada año, aplicarse la vacuna contra la influenza para tratar de protegerse contra la cepa del año entrante, informando que ya existe la vacuna contra la influenza para la temporada 2018-2019.
“Ya existen las recomendaciones para la temporada de influenza del 2018-2019”: Infectólogo Ramírez
¿Cómo sabremos qué virus vendrá el año próximo?, se le cuestionó al infectólogo, quien respondió que es muy difícil saberlo, sin embargo, para ello es necesario proveer de información a los nueve centros que existen en el mundo, donde recopilan la información de casos de influenza de todo el planeta.
“Cada caso que sea positivo para influenza debería reportarse primero a un nivel estatal, y éste mandarlo a un centro nacional, que en México se llama InDRE (Instituto de Diagnóstico y Referencias Epidemiológicos), y el InDRE envía estos datos a alguno de estos nueve centros, donde juntan toda la información”.
Aseguró que esta información recabada es tanto para los hemisferios Norte y Sur, donde uno de dichos centros se encuentra en el hospital St. Jude en Memphis, Tennessee, donde hacen contabilización de los casos y empiezan a observar cuáles han estado enfermando más a los seres humanos, y es ahí donde hacen un análisis probabilístico y un modelo matemático para diagnosticar qué cepas más van a correr, por ejemplo AHN1 o H3N2, para formar una vacuna trivalente para aplicarla en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud ya publicó qué vacunas se habrán de aplicar para la temporada 2018-2019, donde la recomendación es vacunarse todas las personas mayores de 6 meses, preferentemente a finales de octubre y principios de noviembre.
El médico informó que es importante saber que el periodo de incubación es corto, tan corto como el de un día, siendo el más largo de cuatro días, habitualmente es de 24 a 48 horas, “de ahí viene lo súbito de esta enfermedad, podemos estar completamente normal, y en 24 horas presentamos fiebre de difícil control”.
No existe una vacuna que sea peor que la enfermedad que se está tratando de proteger, comenta, a medida de que más personas se vacunen la probabilidad de enfermar será menor, “es necesario realizar conciencia y aplicarse la vacuna”.
La influenza no desaparecerá e irá avanzando junto con la humanidad, por lo que no se puede eliminar aún, “una vez realizada la sospecha sobre influenza se debería de mandar hacer la prueba de influenza, si la prueba me dice que es positivo, es positivo no hay duda, para luego reportar este resultado a las autoridades, deberíamos nosotros mandar estos casos a los servicios de epidemiología, siendo ésta la única manera de saber cuál es lo más cercano a la verdad”.
Síntomas de influenza:
• Fiebre de difícil control, no cede fácil a la administración de medicamentos.
• Dolor de cabeza intenso.
• Dolor de garganta intenso.
• Dolor articular y muscular, que a veces en los niños pequeños, es uno de los datos que más nos hacen sospechar.
• El adulto normalmente tiene un periodo de contagiosidad hasta en 5 días, sin embargo en el niño el periodo es mayor, pues puede llegar hasta 10 días.
Dijo que es importante darle la debida seriedad a esta problemática, ya que a decir del infectólogo, a la influenza se le debe de tener el debido respeto, pues “influenza se muta y nos puede agarrar con alguna característica para la que no estamos preparados como pasó en 2009 o en 1918 con la influenza española, o en 1957 con la influenza asiática, puede haber millones de defunciones, en este caso hemos empezado a comprender un poco mejor a la influenza”.
Aplicación de la vacuna
“Es bien importante estarnos aplicando esta vacuna, sobre todo empezando finales de octubre y principios de noviembre, porque una vez que yo me vacuno, a mi cuerpo le tomará entre dos a tres semanas para poder producir los anticuerpos necesarios para protegerme contra el virus, por lo tanto yo necesito aplicarme la vacuna antes de que empiece la temporada alta de influenza, siendo ésta en diciembre, enero y febrero, aunque el 10% de los casos se presentan en marzo”, comentó el especialista.
Sin embargo, dijo que la influenza se presenta durante todo el año, pero en los meses de enero, febrero y marzo es donde se concentra la mayor cantidad de casos en influenza, señalando la importancia de su aplicación.
Aseguró que no existe manera alguna donde una persona se haya enfermado de influenza por haberse aplicado la vacuna inactivada, “esta vacuna no está formada de virus, son proteínas virales, por lo tanto es imposible que estas proteínas se reconfiguren y tomen vida, es 100% imposible que me causen la enfermedad”, dijo, pero aquellas personas que se vacunaban tarde están igual de expuestas que aquéllas que no se vacunaron.
“Es una vacuna increíblemente segura, tan segura que se le tiene que poner a las personas de mayor riesgo, las más vulnerables, es decir los menores de 2 años, pero mayores de 6 meses, las personas que tengan alguna enfermedad cardiaca, problemas en los pulmones, a las personas que tengan alguna inmunodeficiencia o las personas que estén en tratamiento con esteroides por mucho tiempo, las mujeres embarazadas, diabéticos y personas mayores de 65 años”, es el grupo de mayor riesgo, quienes deben de aplicársela, aunque recomienda que sea la población en general.
Las personas que nunca se han vacunado han estado en mayor riesgo que aquéllas que ya se aplicaron la vacuna, aunque es importante aclarar que aquellas personas que ya se aplicaron la vacuna también estén en riesgo de enfermar.
“Se ha encontrado disminución en la mortalidad en las personas vacunadas, hay otras posibles complicaciones como el síndrome de Guillain-Barré, se presenta de manera más frecuente en las personas que enferman a las personas que se vacunan, porque ese es otro miedo de las personas, que puede llegar a causar la enfermedad, y en los estudios se ha encontrado un factor protector para presentar esta enfermedad, ese riesgo no me lo puedo quitar de encima”.
Explicó el especialista que cada persona decide el riesgo que va asumir, es decir, aquélla que se vacuna tendrá el riesgo de adquirir el síndrome de Guillain-Barré de un caso por cada 10 mil a 20 mil vacunados, o tener el riesgo alto de no vacunarse y enfermarse y por la enfermedad tener un caso de síndrome de Guillain-Barré por cada mil personas enfermas de influenza, “me vacuno y me voy al riesgo bajo, o no me vacuno y me voy al riesgo alto”.
(*)Dr. Jesús Ramírez López. Médico general y partero por la Universidad de Guadalajara, especialista en Pediatría por la Universidad Autónoma de Chihuahua y subespecialista en Infectología por el Instituto Nacional de Pediatría.