Durante la madrugada del jueves, elementos de la Fiscalía General del Estado “reventaron” ocho domicilios de la colonia Punta Oriente, los cuales eran utilizados por una banda del crimen organizado para cuestiones relacionadas con el secuestro, narcomenudeo, homicidios y una serie de actividades ilegales más.
Fue la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Vida la que se apersonó durante la madrugada para revisar esos domicilios, que desde hace varias semanas habían ubicado como posibles “casas de seguridad” del Cártel de Sinaloa, que anteriormente había cometido una serie de delitos que finalmente ubicaron en estos puntos.
Se trata de ocho viviendas ubicadas en las calles Malpis, Milpillas, Palmarejo y Rosario, de la colonia Punta Oriente, que fueron aseguradas por más de una decena de elementos de seguridad, quienes llegaron a cerrar varias calles y rodear las mismas para sorprender a los delincuentes que radican en el lugar.
Una de las viviendas estaba equipada con un sistema de cámaras de seguridad, que se encontraban en la parte superior de la vivienda, a un costado de tinaco de agua, que apuntaba hacia uno de los accesos principales, con los que posiblemente se percataban de la presencia de personas o elementos de seguridad, ya que trasmitía imágenes de los alrededores y utilizaban para sus negocios ilegales.
Según la información del fiscal general del estado, el objetivo principal de los operativos realizados al sur de la ciudad era dar con Luis Carlos el Topo, quien es uno de los líderes criminales y principales distribuidores y generadores de violencia en la zona sur y oriente de la ciudad de Chihuahua.
En los datos recabados por personal de investigación se establece que el Topo y sus diferentes miembros delincuenciales tienen dominadas varias colonias del sur y oriente de la ciudad, principalmente Punta Naranjo, Punta Oriente, Jardines de Oriente y otros más, donde dedican sus actividades a la venta y distribución de narcóticos, además de ser señalados de participar en diferentes eventos delictivos como homicidios, secuestros entre otros.
Dentro de estos domicilios se localizaron drogas, artefactos para empacarla, y se habla de por lo menos cinco personas detenidas, sin embargo, la Fiscalía General del Estado no ha emitido algún parte oficial o resultado de este operativo emprendido en Punta Oriente, a pesar de que las viviendas siguen resguardadas.
En otro domicilio se ubicó un vehículo Saturn azul, el cual portaba la matrícula sobrepuesta ELS 6902, que pertenece a un vehículo Chevrolet 1999, por lo que fue asegurado para verificar si ha participado en más eventos de inseguridad.
A través del oficio 83977/2019 el ministerio publico solicitó una orden de cateo para ingresar a esos ocho domicilios, ya que la carpeta de investigación que mantiene esa unidad investigadora indica que en ese lugar podría haber varios culpables de cometer homicidios calificados, asociación delictuosa, portación de armas y delitos contra la salud o mejor conocido como narcomenudeo y sus derivados.
Del total de las viviendas, dos de ellas fueron resguardadas con cinta de color rojo con mensaje de “evidencia”, mientras que en el resto estaban algunos mensajes como “aseguramiento” y “prohibido retirar los sellos”, donde incluso un vehículo estacionado fue asegurado con sellos, porque es parte de las investigaciones.
Los lugares cateados por los agentes de seguridad fueron calle Punta Malpis y calle Tinaja, los domicilios marcados con los números 252, 248 y 211, mientras que en la calle Punta Milpillas, los agentes ingresaron a los domicilios 111 y 297, de igual forma en la vivienda 110 de la calle Palmarejo y en la calle Rosario 100 y 102 los agentes ingresaron para seguir con la investigación.
En las viviendas se localizaron básculas “grameras” con las que se pesan la droga o sustancias, además de botellas de alcohol, estatuas y figuras representativas de la Santa Muerte, cinta adhesiva y una serie de evidencias más que fueron aseguradas por los elementos de seguridad.
Según la información por la que solicitaron la orden de cateo de estos domicilios, se pretendía localizar armas de fuego, vehículos, instrumentos relacionados con la privación de la vida de las personas, e incluso artículos para la confección de narcóticos, casquillos o residuos biológicos, que abonen a la investigación.
Dentro de la orden de cateo los agentes fueron autorizados para el uso de la fuerza pública, desde el inicio de la diligencia sin necesidad de solicitar autorización a sus habitantes a fin de garantizar la seguridad de las personas que habrían de intervenir en el mismo operativo.
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