Rezago de 10 mil 600 cédulas profesionales en el estado de Cihuahua

La máquina para imprimir no sirve desde hace un año

Venessa Rivas

  · sábado 13 de octubre de 2018

El rezago de siete mil 600 cédulas en Chihuahua y otras tres mil en la Universidad de Ciudad Juárez es la afectación que existe en la Dirección Estatal de Profesiones, debido al incumplimiento de una empresa de Monterrey, la cual ganó una licitación pública de un millón 200 mil pesos.

El reclamó de incumplimiento y proveeduría de material para la impresión de las cédulas de profesiones, motivó que la directora Fátima Guzmán Gallardo fuera víctima de violencia institucional, por parte Alfredo Attolini Pesqueira, subsecretario de Administración y Planeación de la Secretaría de Educación y Deporte, pues incluso la siguió a una oficina ubicada en el tercer piso del edificio Héroes de la Revolución, donde la acorraló, grito, profirió palabras altisonantes, apuntó con el dedo y la hizo llorar hasta suplicar que la dejará salir.

La situación se tornó difícil y decidió interponer la denuncia ante la Secretaría de la Función Pública.

Yo los insultos me los puedo aguantar, pero no que las personas que vienen a tramitar su cédula tengan que viajar hasta 10 horas de camino, enfrentarse a retenes de la delincuencia organizada y que se vayan solo con un certificado de la cédula porque no tenemos material”, resaltó Fátima Guzmán Gallardo, en entrevista con El Heraldo de Chihuahua.

Relató que desde hace un año la máquina para imprimir PVC se descompuso, razón por la cual se adquirió una nueva, pero de muy baja calidad, por lo que para no hacer un doble gasto se pidió un material de mayor calidad en la base preimpresa de las cédulas y la mica, las cuales se mandan hacer por miles.

Ante el rezago que existía que era de menos de 600 cédulas se lanzó una licitación, pero se tenía que esperar a la suficiencia presupuestal. La primera licitación estaba mal redactada, por lo que se tuvo que volver a lanzar situación que causó más demora y que las cédulas se fueran acumulando.

Por fin se adjudica a una empresa de la ciudad de Monterrey, de la cual no quiso revelar nombre, pero volvieron a tener una demora debido a la reforma a la Ley Estatal de Profesiones, donde el departamento cambia a Dirección Estatal de Profesiones. El primer material que la empresa entregó tenía muy baja calidad, “no estaba a gusto con el producto que se nos iba a entregar, entonces lo reporté, hizo los oficios correspondientes informando que no correspondía al laminado especificado y otras cuestiones técnicas”, explicó.

La presión era porque el rezago crecía, ya había miles de profesionistas esperando su cédula estatal para realizar algún trámite, incluso obtener un primer empleo.

La empresa se comprometió a ayudarles con la impresión desde Monterrey y con ello abatir el rezago, así mismo se comprometió a mandar el insumo necesario para que pudieran imprimir en Chihuahua, sin embargo no sucedió, ninguna de las cosas.

Fátima Guzmán cuenta con toda la documentación sobre la situación, pues hay tres oficios de ultimátum a la empresa, donde se advierte que se solicitaran las garantías y se rescindirá el contrato. Incluso tienen bien identificadas las cláusulas de las garantías.

No me gustó que me mandaran una invitación para ir a la ciudad de Monterrey con los gastos cubiertos para mí y un acompañante, les hice saber mi desacuerdo”.

La empresa al no poder hacer nada con Fátima Guzmán Gallardo viajaron a Chihuahua donde se entrevistaron con Alfredo Attolini, quien no permitió que la directora estatal de Profesiones estuviera presente en la reunión.

Tras la reunión, se encontraron en el pasillo de la Subsecretaría de Educación, donde Fátima le reclamó a Atollini Pesqueira el no haber dejado que el área afectada participara en la reunión. “Me contesta: ¡así se va a trabajar! Van a imprimir en Monterrey”. La funcionaria le replicó que además requería insumo para continuar con la atención en ventanilla. Fue entonces que con palabras altisonantes y señalándola con el dedo le repitió que se iba a trabajar desde Monterrey.

Fátima se introdujo en una oficina que estaba a oscuras, el subsecretario se metió tras ella para seguir gritándole, señalando y manoteando. Conductas que a decir de varios en la Secretaría de Educación son el pan de cada día con el funcionario.

Le pedí que me dejara pasar que me estaba faltando al respeto, pero cerró la puerta, nos quedamos en área oscura, me solté llorando y le suplicaba que por favor me dejara pasar”.

Esta situación de falta de respeto no es la primera vez que la sufre, pues con anterioridad le quitó el espacio de estacionamiento asignado para ella para otorgárselo a gente allegada a él, con menos jerarquía laboral. Entonces tuvo que acreditar una lesión en la columna, situación que motivó que la agrediera diciéndole “lisiada”, que era una exagerada, pero de todos modos se tenía que salir del estacionamiento. Ante ello tuvo que ir a la Secretaría de Hacienda a conseguir un espacio.

Además ha “castigado” al personal de la Dirección y el jueves antes de que se hiciera pública la denuncia solicitó la renuncia de dos colaboradores que son pilares en el trabajo que realizan, una con 20 años de antigüedad y la otra con 12 años, una de ellas es padre del magistrado Leo Alvarado.

“He estado en desacuerdo de muchas cosas, las había tolerado como una manera de seguir trabajando y sacar los pendientes, pero ya es mucho el rezago, son muchos los profesionistas afectados por esta situación, por trabajar con personas que no tienen el mismo compromiso ha sido un desgaste”.

Fátima Guzmán dijo que no habla por ella, sino por todas las personas afectadas por la falta de decisión.

La denuncia por violencia la interpuso primero en el Instituto Chihuahuense de la Mujer, donde la misma Emma Saldaña, titular del área la atendió. Luego fue a la Función Pública donde le tomaron el acta de comparecencia, donde manifestó los hechos sobre las agresiones a su persona y a su trabajo. Cuenta con una copia de la denuncia, donde además solicitó institucionalidad y seguimiento del caso ya que todo está documentado.

Asimismo ya mandó toda la documentación al Comité de Adquisiciones de la Secretaría de Hacienda para revisar el proceso de sanción a la empresa por el incumplimiento.

Estoy muy nerviosa, como quien dice me peleé con la cocinera y si ya estoy en esto no voy a parar hasta que llegue el material y la gente tenga su cédula, porque sólo se están yendo con una hoja certificada de su cédula. Me da vergüenza, pido disculpas por esto”.

Fátima Guzmán finalizó diciendo que las faltas de respeto se las puede aguantar, pero que le surtan el material para trabajar, “yo lo único que pido es tener material de la empresa que sea”.