El río San Pedro, que cuenta con un humedal protegido, se encuentra totalmente contaminado por dos principales factores: el primero de ellos a causa del Municipio de Delicias y otro por los habitantes del municipio de Meoqui, ambos ciudadanos mantienen un foco de infección las aguas de este río, pues ahí se vierte basura, aguas negras y demás desechos tóxicos.

Un estudio realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), destaca que el agua del río San Pedro es considerada de mala calidad a partir del puente de la carretera Delicias-Congregación Ortiz, ya que existen actualmente descargas de aguas residuales sin tratamiento que contienen altas concentraciones de material orgánico y patógenos, los cuales pudieran poner en riesgo cualquiera de los ecosistemas que ahí se desarrollan.

Desde 2012, el Municipio de Delicias, en coordinación con el Gobierno del Estado, se comprometieron a elaborar una planta tratadora de agua para aquella ciudad, pues actualmente y por decenas de años atrás, vierten miles y miles de litros por segundo de aguas negras al río San Pedro, que ha ocasionado que el agua de este cuerpo de agua se encuentre contaminado.

En ese mismo año, el humedal de Meoqui, que tiene conexión con el río San Pedro, fue designado como un Ramsar de Importancia Internacional, por la gran concentración de especies de aves, vegetación y un ecosistema que se hospeda en las aguas que atraviesan por aquella ciudad.

Uno de los principales objetivos para que se hiciera la designación de esta área como un Ramsar fue que el Municipio de Meoqui presentará un proyecto de conservación del lugar, a fin de garantizar el área y sobre todo conservar las especies migratorias que acuden cada invierno a pasar los días en este cuerpo de agua.

Entre las propuestas, según dice el documento creado en 2012, se tenía planeado y presupuestado la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad de Delicias, la cual quedaría lista a más tardar, según el documento, el último día de 2012.

A más de seis años de la propuesta, no existe lugar, proyecto y nada relacionado para el tratamiento de aguas residuales en Delicias; el proyecto más cercano y por la Junta Central de Agua y Saneamiento, es la rehabilitación de dos tratadoras de agua, pero en el ciudad de Chihuahua, el cual tendrá un costo de 900 millones de pesos.

Este humedal, que se ha convertido en una atracción para muchos, es utilizados por los pobladores como un lugar para embriagarse, además el alcalde Ismael Pérez decidió construir un auditorio al aire libre para realizar festejos y demás eventos al aire libre a un costado de las aguas de esta área natural protegida.

Dentro de los estudios y análisis del agua que han realizado en los últimos años en el agua del río San Pedro, destaca que la principal fuente de contaminación del agua del río son las descargas de aguas residuales de los tres centros urbanos, que son Delicias, Meoqui y Rosales, “la extracción de materiales pétreos es la principal modificadora del sustrato del río y su configuración geomorfológica”.

Insiste que la calidad del agua en el punto denominado Vado de Meoqui, es muy mala debido al alto contenido de materia orgánica y sales provenientes de las tres descargas de aguas de retorno de riego y aguas residuales domésticas de la ciudad de Delicias a través de colectores que descargan dentro del cauce del río San Pedro.

“El agua que se puede observar constantemente en el cauce del río proviene básicamente de las escorrentías de los riegos parcelarios mezclados con el agua residual antes mencionado”, refiere el estudio realizado a las aguas del río.

A pesar del nombramiento de un sitio “Ramsar”, el vado de Meoqui hasta el momento no existe un plan de manejo para el Río San Pedro, que es uno de los principales requisitos para la gestión y mantenimiento del lugar, que debería ser presentado por las autoridades de los tres niveles de Gobierno.

Sin embargo, en vez de generar proyectos del cuidado de esta área natural, la administración recién reelecta del Ismael Pérez decidió arrancar el segundo periodo con la construcción de un escenario al aire libre, enseguida de las aguas del Vado de Meoqui, donde además se llevó a cabo las celebraciones del Día de Independencia, con uso de pirotecnia y demás cuestiones que no fomentan al cuidado de ese ecosistema.