Un mal sabor de boca se llevaron integrantes de la Organización de las Naciones Unidas adscritos a la UNICEF, al ser víctimas de un robo en Plaza Sendero. Este grupo de jóvenes estaría todo el fin de semana en la ciudad de Chihuahua para concientizar sobre la importancia de combatir la explotación laboral y sexual infantil, pues la entidad está entre los primeros lugares a nivel nacional en este tema.
Los jóvenes estuvieron desde el pasado jueves en la ciudad y comenzaron su campaña de concientización en el Centro Histórico recibiendo el apoyo de miles de ciudadanos, incluso algunos se convirtieron en donantes en ese mismo momento; su plan iba bien hasta que ayer por la tarde fueron víctimas de algo que ya es casi cotidiano es la ciudad, un robo.
Fue el pasado sábado cuando comenzaron con su campaña en Plaza Sendero, donde estuvieron desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la noche; el domingo “pintaba” para lo mismo, sin embargo en un descuido, cuando estaban abordando a grupos de chihuahuenses, amantes de lo ajeno aprovecharon para llevarse el bolso de una de las voluntarias.
Minutos después, al darse cuenta de lo sucedido, los cuatro jóvenes se dirigieron a todos los locales comerciales para solicitar la ayuda de los encargados, acudieron con los guardias de seguridad y estuvieron recorriendo la plaza, pero su búsqueda fue en vano, nadie sabía nada ni contaban con la más mínima pista.
Lo más importante hasta ese momento no era el dinero o las tarjetas bancarias, sino las identificaciones oficiales con las que una joven voluntaria tendría que abordar su vuelo este lunes a su lugar de origen, pues todos son oriundos de diferentes estados de la república.
Luego de pedir información, el cuarteto de integrantes de la Unicef se dirigió a la Fiscalía Zona Centro para “levantar” su denuncia, pero al ser foráneos todo se llevaría a través de audiencias; la intención de los jóvenes era tener un documento que validará lo sucedido para que su compañera pudiera regresar a su destino de origen.
Se trata de jóvenes de entre 20 y 27 años de edad, que trabajan de manera altruista buscando mejorar las condiciones de los niños en condiciones vulnerables que son explotados sexual y laboralmente, pero al parecer ya dieron cuenta de que en Chihuahua es más difícil de lo que parece.