En la ciudad, el microrrobo o robo hormiga provoca pérdidas de entre 1.5 y 2 millones de pesos al mes al comercio en pequeño, afecta a medianas y grandes empresas hasta en un 1% de sus ventas, y en el contexto nacional se estima que significa un 35% de sus ganancias anuales, pues 97% de los robos se dan de esta manera y uno de 12 clientes son “ladrones hormiga”.
De acuerdo con la percepción de inseguridad, según estudio del INEGI, los reportes de la Cámara Nacional de Comercio en Chihuahua y la de Comercio en Pequeño sólo un 25% de las víctimas de este delito dan parte a la Policía, pero de esta cifra las denuncias ante la Fiscalía General del Estado no llegan ni a 2%, pues los comerciantes lo consideran una pérdida de tiempo o temen represalias, por lo que se estima una cifra mensual de 20 casos que abren carpeta de investigación. De acuerdo con la Cámara de Comercio en Pequeño, son 700 comercios los que diariamente se ven afectados por este problema, en casos donde los robos comunes son simplemente tomar o pedir mercancía y echarse correr, lo cual imposibilita al comerciante para tomar medidas.
El concepto de “robo hormiga” refiere el delito o robo al interior de las empresas y cometido por los propios trabajadores, visitantes o proveedores, lo que dificulta su detección oportuna.
Los productos son sustraídos en pocas cantidades de las tiendas, sin que exista violencia de por medio, y aunque generalmente se comete en el mercado minorista o pequeño comercio, hoy en día las cadenas de autoservicio son empresas potenciales para que se cometa este tipo de robo.
La empresa “Alto México” refiere un estudio en el que se señala que uno de cada 12 clientes de las tiendas son ladrones hormigas, pero además, Chihuahua se encuentra entre las cinco entidades con más casos de este tipo.
El estudio realizado por Alto México arroja que la Ciudad de México, el Estado de México, Chihuahua, Nuevo León y Coahuila son las entidades con mayor índice delictivo en esta materia.
En cuanto a los productos que más se roban de esta manera, se cita que los más comunes son los abarrotes, artículos de limpieza para el hogar, de salud como medicamentos de mostradores y productos de belleza.
En Chihuahua se señala que el robo hormiga se da de manera indistinta en cuanto a sexo, es decir, tanto hombres como mujeres lo cometen en la misma cantidad, y en cuanto a edades, se refiere que se da entre menores de edad, pues es el delito más cometido por adolescentes.
Pese a lo anterior, el robo hormiga también es cometido por personas de edad intermedia, con un promedio del 25% entre los 18 y los 26 años de edad como primer grupo, seguido por personas de entre 30 y 40 años.
El perfil de quienes cometen estos ilícitos son de clase baja, personas que no tienen recursos para pagar la mercancía que roban, sin embrago llama la atención que en muchos casos, cuando se lleva a cabo la investigación y se les determina una condena en prisión, pagan la caución.
La empresa Alto México refiere distintos tipos de ladrones hormiga y éstos van desde el llamado “impulsivo”, que se caracteriza por cometer el delito sin planificación, roba productos sin importar su valor, y ante la detención muestra sorpresa, ya que se trata de un proceso traumático que le causa culpa y vergüenza.
El ladrón “ocasional” es aquel que ha cometido robos, y su motivación va desde el desafío; el ladrón “episódico” generalmente tiene grandes problemas emocionales y sus hurtos son productos irrelevantes, pues muestra sentimiento de culpa y su estado posterior es depresivo.
El ladrón “amateur” es el que comete el delito porque le ha resultado rentable, por lo que comete el delito de manera consciente y está de igual forma consciente de que es un acto ilegal, éste tiende a robar con una frecuencia semanal y roba cosas pequeñas y que son fáciles de ocultar.
LAS FORMAS DE ROBAR
Las formas de robo hormiga van desde simplemente tomar un artículo y echarse a correr hasta métodos más elaborados como el cambio de precio o de código de barras, o el truco de la “carriola” en el que los objetos son extraídos poniendo a un bebé como distractor.
El cambio de código se hace generalmente en tiendas de autoservicio, éste se da cuando los ladrones aprovechan el sistema de cobro por medio de códigos para cambiarlo y aunque pagan una cantidad, ésta es mucho menor al precio que corresponde realmente el producto que se llevan
El colocar los objetos en mochilas o bolsos también es una forma de robo, aunque en muchos lugares no se permite el ingreso de bolsos grande o mochilas.
Las carriolas han sido también utilizadas para robar, pues padres de familia que ingresan a las tiendas con bebés las usan para despistar.
La ropa sobrepuesta continúa siendo una de las actividades que más se da con las llamadas farderas, que son las que más extraen artículos de tiendas más grandes, en donde los ladrones visten la ropa que pretenden robarse, bajo o sobre su propia ropa, y salen de la tienda.
¿QUÉ DICE LA LEY?
La condena para una persona que comete robo simple va de seis meses a dos años, lo cual es considerado una pena por muchas personas y esto los lleva a denunciar, pero con esto sólo incrementa el índice de impunidad, dijo Rubí Mariñelarena Guevara, ministerio público de la Unidad de Robos de la Fiscalía General del Estado.
La entrevistada señaló que en los casos de las personas que roban como “farderas”, la pena se incrementa debido a que existe el factor de ocultación del artículo robado, lo que hace que el robo se vuelva agravado.
“En estos casos es agravado porque hay el ocultamiento de por medio, que muchas veces se da en tiendas de autoservicio en donde estas personas se esconden varios productos, generalmente de perfumería”, dijo.
La ministerio público señaló que cuando una víctima de robo interpone la denuncia, lo que se hace es tratar de reconocer al delincuente y se solicita cuando la orden de aprehensión.
En lo que respecta al robo hormiga en pequeños comercios o tienditas de barrio, los tipos de robo que se dan son simples, las penalidades van de 6 meses hasta dos años como máximo, en tanto que en el caso en que existe ocultamiento la pena mínima es de año y medio y la máxima llega a 5 años de prisión.
“Si cada persona denunciara se le taparían salidas alternas al reincidente y a la tercera ya se le generaría un antecedente penal”, afirmó la entrevistada. Señaló que los tipos de objetos que se roban son variados, y van desde los tipos ropa, artículos de belleza, perfumería, hasta herramienta.
“Es importante que los propietarios de las empresas denuncien porque eso hace que a cada persona se les junten sus causas penales y se les haga un historial criminal y al ser reincidentes se les quitan beneficios”.
PÉRDIDAS DEL PEQUEÑO COMERCIO
Alrededor de 700 pequeños comercios son afectados diariamente por el robo hormiga y como mínimo, estas empresas registran una pérdida de 45 mil pesos diarios, afirmó el representante de Canacope, José Guerrero Alderete.
El líder de los comerciantes dijo que el que el robo hormiga afecta de manera considerable, pero además de esto sólo un 25% da aviso a la Policía cuando son víctimas de robo.
A la fecha, los agremiados de Canacope son cerca de 7 mil comerciantes, y de éstos un 10% llega a sufrir robo hormiga al día, con una pérdida de unos 50 mil pesos diarios, lo que significaría más de $18 millones anuales.
"A veces el comerciante ni cuenta se da, o se dan cuenta y se les hace poco para arriesgarse o avisar a la policía, porque va el ratero, piden unos cigarros y salen corriendo y el comerciante no va salir detrás de él", afirmó Guerrero Alderete.
Además de esto, dijo, se dan robos “más en forma” que han repuntado de nueva cuenta y esto sigue teniendo en jaque a los comercios pequeños, que están desanimados porque están a la zozobra a ver a qué hora les toca.
En números gruesos, 700 comercios son robados y el tipo de producto que les hurtan varía, bien puede ser una cerveza caguama que un pan.
"Es indistinto lo que roban, a veces roban en una frutería, se pasan a la farmacia, a la ferretería y así se van", aseguró.
Guerrero Alderete dijo que aunque hoy en día la Policía Municipal ahora está presta a los llamados, pues en cuestión de minutos está en el lugar y se llevan a los maleantes, los agraviados reportan la mínima cantidad de estos casos.
Lo anterior porque si el comerciante perdió 80 pesos, la piensa mucho para reportarlo, pues muchos son personas mayores y temen por su integridad.
"Si le robaron 1,500 pesos, que ya es mucho, de todas formas es irrecuperable y si a cambio de no avisar sienten seguridad de que no regrese el ladrón a quemarles la tienda o hacerle algo, no lo reportan, por eso no se siente le efectividad de la Policía", dijo el representante de los pequeños comerciantes.
De esta forma, sólo un 25% de los que son víctimas dan parte a la Policía Municipal, por lo que las recomendaciones por parte de Canacope son procurar no estar solos, tener los negocios con luces, contar con iluminación afuera de las tiendas, “estamos convencidos de que no estamos como hace años, pero de que el problema sigue, sigue”, concluyó.
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