El anuncio de la entrada a semáforo amarillo alentó a los chihuahuenses a visitar el primer cuadro de la ciudad adelantándose a la medida que entrará en vigor a partir de mañana 1 de marzo.
El Centro Histórico se llenó de gente en la Plaza Merino, al igual que en la Plaza de Armas, donde algunos se sentaron en los puestos de los boleros a que les acicalaran sus zapatos o botas, mientras observaban a la gente o conversaban con el hombre que daba lustre a sus “cacles”.
Algunos ingresaron a Catedral para oír misa, no sin antes hacerse revisar la temperatura y desinfectarse las manos con gel, por supuesto guardando la sana distancia, por lo que había que respetar el cupo limitado y un buen número de feligreses tuvieron que esperar a la siguiente hora.
En los restaurantes del paseo de la Victoria, desde la Vicente Guerrero hasta la Independencia, mientras las mesas de afuera lucían vacías a causa del severo viento que se registró, adentro había pocos clientes, también respetando “susana distancia”.
Por la calle Cuarta, desde la avenida Juárez hasta la Niños Héroes, circulaba un gran número de transeúntes curioseando en los puestos que ofrecían una vasta cantidad de mercancías.
La popular Líber también lució abarrotada con compradores que ingresaban a las tiendas para llevar ropa, zapatos, enseres o cualquier otra oferta.