Francisco Mancinas Cutamuchi, integrante de la etnia rarámuri, al sentirse acorralado por la miseria y la imposibilidad de alimentar a sus pequeños hijos decidió tomar la puerta falsa y se suicidó colgándose de un árbol, para no tolerar más hambres ni ver a su familia sin alimento.
Francisco era originario de la comunidad de Rocahuachi, municipio de Batopilas, donde no hay fuentes de trabajo y no logró cosechar alimentos durante la presente temporada para alimentar a sus hijos, por lo que contrario a su naturaleza puso final a su sufrimiento.
Anteriormente recibía apoyos del programa Prospera, que percibía hasta el año pasado. Este 2019 ya no percibió apoyos y su situación se fue agravando conforme pasaban los meses, hasta principios de mayo cuando se quitó la vida.
El presidente seccional, Noel Hernández, comentó que la desesperación de Francisco por la falta de recursos era tal, que se cree que eso influyó para que finalmente terminara con su vida, y dejara huérfanos a sus hijos, que ahora están más desprotegidos sin la figura paterna.
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