“A los policías que se pongan vivos, que no dejen crecer la Mara Salvatrucha por aquí, porque se están infiltrando y ellos ni cuenta se dan. Aquí capaz los apoyan, no sé, pero allá en Sinaloa no los quieren”, dijo un migrante de El Salvador, de apenas 18 años que se identificó como Juan Antonio.
El adolescente, expuesto a los riesgos del viaje migrante, dijo que prefirió salir de su tierra natal, donde las pandillas lo querían obligar a integrarse a sus filas, y que preferiría tomar el riesgo de alcanzar el sueño americano.
“Aquí caímos por error, porque creímos que era el tren que iba para Sonora, y caímos para acá. Después vamos para Mexicali y subimos por San Diego”, explicó, al detallar su presencia en Chihuahua.
Sin embargo, con voz amarga reconoció el largo brazo de las pandillas que se extienden desde Centroamérica hasta el norte de México, al expresar: “En ningún lado es seguro, aquí estábamos resguardados bajo un puente, y nos cayó un Mara Salvatrucha. Es lo mismo allá, más todavía, porque hay más maras, que quieren que nos metamos a eso. No sé qué va a hacer la gente de aquí, si los van a dejar quedarse”, finalizó.
Te puede interesar: