Alrededor de 150 personas acudieron al estacionamiento del Club Britania, para frenar la propuesta de venta de una sección de las instalaciones, que colindan con la calle California, en un espacio de entre 700 y mil metros, que denunciaron, está impulsando la administración de la mesa directa.
El propósito de la manifestación es enviar un mensaje de unidad y rechazo a la venta del Club, para la que están levantando una encuesta entre los socios. El miércoles pasado se celebró una reunión en la que alrededor de 80 socios expresaron su rechazo, es decir alrededor del 75%, mientras que el restante 25% estaba a favor.
Miguel Enríquez, socio del Club Britania, destacó que la actual administración lleva un quehacer muy desaseado, que no presenta estados financieros que reflejen los ingresos y egresos del Club, por no estar auditados, ni supervisados por un despacho contable que les pueda avalar.
“Nunca hemos tenido esa confianza, ni se han manejado la cosas con transparencia y es una falta de respeto hacia los socios, imponiendo cosas en las asambleas, que son manipuladas porque manejan cartas poder. Pareciera que estamos en los ochentas, con el control absoluto y proceso de reelección, definen quién puede participar en la asamblea y quién no. Me tocó la experiencia de ver gente desconocida, pero amparados de 5, 10 15 votos, de acciones inactivas que usaban para expedir cartas poder, apócrifas, que nunca nos dieron la oportunidad de auditarlas”, señaló.
En ese sentido, manifestó que a pesar de que los periodos son de tres años, la actual asamblea directiva en esta administración cumpliría 6 años, pero antes del 2015, ya estaban algunos de ellos, de los 3, ya estaban dos, han permanecido alrededor de 8 años en el Consejo, con maniobras sucias.
“Ahora con lo de la pandemia hubo menos afluencia de socios y de miembros y se entiende que bajaron los ingresos del Club, pero también se debe entender que la pandemia nos afecta a todos al Club y a los socios y exigen al socio que pague las cuotas completas de todo ese tiempo, y debería haber más equidad, conocer la situación de cada uno, y hacer un pago a la medida”, manifestó.
Para finalizar, Miguel Enríquez puntualizó que los socios están cansados y que requieren un cambio, y seguirán en la lucha por un cambio de administración, para lo cual, emprendieron medidas legales, al tener en proceso dos demandas: una mercantil y otra penal.