El director de la Coesvi, Carlos Borruel, criticó la actuación de constructoras locales que con el afán de comprar tierra barata construyeron fraccionamientos alejados, “que les trajo una máxima utilidad en un corto tiempo, que ahora detonan problemas de inseguridad, falta de servicios y ocasionando una mala calidad de vida”.
“Existe un problema que se dejó crecer, que fue permitido de los tres órdenes de gobierno que fue el permitir la construcción de fraccionamientos en zonas lejanas de la mancha urbana, es una parte crítica que ya se está tratando de corregir a través de una ley de asentamientos territoriales porque lo que ha bajado mucho la competitividad de las ciudades y la calidad de vida de los chihuahuenses es haber construido en zonas muy lejanas, de riesgo”, expone el funcionario.
Dijo que tanto en Juárez como en Chihuahua el crecimiento no se hizo circular, sino horizontal, lo que hace que sean las ciudades más extendidas y caras de América Latina.
“Junto con la mala calidad de las viviendas, junto con la lejanía, resulta muy caro a la ciudadanía trasladarse a sus centros de trabajo y a los gobiernos acercar los servicios básicos, llámese recolección de basura, Policía Municipal y demás”.
El fenómeno se ha detonado en los últimos veinte años, y ue aparte de la lejanía de los fraccionamientos, las casas se hicieron con materiales que no propicios para climas como el del estado, ya que carecen de ecotecnologías.
Para el director de la Comisión Estatal de Vivienda, el hecho de que se haya permitido la construcción de casas en zonas alejadas es responsabilidad de los tres órdenes de gobierno, porque cuando ciudades como la capital o como Juárez, cuya población creció al doble en treinta años, su perímetro se extendió siete u ocho veces, lo que habla de que no hay proporcionalidad.
Destacó que las fraccionadoras compraron tierra barata con el fin de sacar utilidades en el corto plazo y con poca inversión sacar mucha ganancia. Esto “en perjuicio de las familias y de la sociedad”.
Ejemplificó que en zonas como El Barreal, en Ciudad Juárez, alrededor de 95 mil familias tienen una casa con valor comercial de 0, porque se construyeron lejos y en zonas de riesgo.
La invitación a los desarrolladores es de construir en los lugares más cercanos de las ciudades, de los centros de trabajo, de las escuelas y que se construya con buenos materiales, térmicos, para dar dignidad a las personas, ratifica Borruel.
“Sí se puede, se pueden bajar los costos y aspirar de veras a que las casas sean verdaderos hogares y que no sean un congelador en tiempo de frío y un horno en tiempo de verano”.
“Tenemos que ser muy estrictos donde deba haber mucha conciencia social de los desarrolladores para ya evitar este tipo de fraccionamientos”, finalizó.
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