Productores de El Charco se encuentran en crisis por falta de lluvias, dos presones y una presa completamente secas, además enfrentan un futuro incierto por el agotamiento inminente del único pozo que funciona en la comunidad, de tal manera que los pobladores han ofrecido cadenas de oración para pedir que llueva, porque la siembra es la única esperanza para obtener recursos debido a la cancelación de los programas federales.
René Anchondo, productor agrícola, señaló que la profundidad del pozo es de 90 metros y la semana pasada hubo necesidad de bajar otros 20 metros debido a que se estaba acabando, pero la mala noticia es que sólo quedan otros 20 metros para obtener agua.
Para René y otros productores, si no llueve para el 8 de julio, el panorama será catastrófico debido a que ya no será tiempo idóneo para la siembra, ejemplificaron que el año pasado las lluvias tardías provocaron que los productores sembraran hasta septiembre, pero con las heladas se perdió casi todo de la producción de alfalfa, frijol, avena y sorgo.
A decir del habitante en la comunidad existen tres pozos, pero sólo uno se encuentra funcionando y no hay apoyo oficial para iniciar exploración en ambos, esto sería un plan alterno ante la próxima “extinción” del único en operaciones.
Con el pozo a punto de un colapso, cada vez es más complicado tener acceso a agua para riego y el ganado, pues no todos tienen para pagar por el servicio, cabe mencionar que en el seccional hay una cooperativa que reúne recursos para darle mantenimiento a las máquinas de bombeo, por lo que obtener agua se ha vuelto casi un lujo.
En el único pozo en funciones, desde el pasado enero, se forman largas filas de vehículos con depósitos que buscan obtener agua para sus actividades, pero el chorro disminuye semana a semana, lo que indica la poca disponibilidad con que se cuenta.
Aunque los productores no hay una fecha para determinar el abatimiento del acuífero existe una preocupación inmensa: “No tenemos ayuda de nada, estamos demasiado preocupados, si no llueve, lo que nos queda es resistir, sabemos que no nos vamos a morir de hambre, porque Dios es grande, pero la situación es ya de crisis.
Ejemplificó que la crisis por el agua se acrecienta con el aumento en el precio del kilo de becerro, que se reflejó con el alza del maíz, es decir todo se está conjuntando para afectar a los ganaderos y agricultores sin recursos.
Reiteró que aunado al temporal seco, con la cancelación de apoyos como Procampo, Proagro y Progan, enfrentan un futuro incierto.
Para Manuel, un joven de 16 años que se dedica a transportar agua a comunidades de la zona asegura que cada vez es más complicado y caro hacerse de agua.
Dijo que antes bastaba con ir a la presa para conseguir agua, pero año con año se fue secando, al grado de que ahora hay que pagar por el agua, que se saca y luego pagar combustible para trasladarla a los ranchos.
En El Charco se ha evitado la mortandad de ganado ya que muchos productores llevaron su ganado a los traspatios de sus casas para que evitar que no mueran de sed.
En la temporada 2010-2011, en el estado más de 80 mil reses murieron por condiciones de sequía, lo que representó el 4% del hato ganadero estatal, una cifra histórica en la historia reciente.
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