El vehículo era conducido por uno de los sobrinos de CrispínSalazar Zamorano, señalado como el actual líder del grupo deGente Nueva que opera en la región de Chínipas, y hermano deAdán Salazar Zamorano, actualmente preso, mismo que anteriormentecontrolaba al grupo criminal en esta región de donde eraoriginaria la periodista quien denunció a través de distintaspublicaciones en el periódico de circulación nacional La Jornadaen donde era corresponsal, y en Norte de Ciudad Juárez.
Los agentes de la FGE, trazaron el recorrido del vehículoconducido por el sobrino de Crispín Salazar desde antes delhomicidio de Miroslava, pues en él dejaron al tirador, quien luegoabordó otro vehículo que ya lo esperaba para huir del lugar.
A través de videograbaciones en distintos comercios ydomicilios, desde la colonia Infonavit Nacional, hasta la coloniaRevolución, pudieron localizar el vehículo Malibu, color plata,en el que huyó el cómplice del tirador.
Cientos de horas de grabación debieron revisarse por losagentes para ir trazando la ruta que siguió el automóvil luegoque se cometiera el homicidio en contra de la periodista.
Fueron varios días los que se recopilaron y revisaron lascámaras de seguridad conforme se iba trazando la ruta que habíatomado el automóvil. En los videos existen capturas de variossegundos y unas otras cuantas que apenas duran un segundo, pero quepermitieron la elaboración del mapa de seguimiento.
También algunos videos captaron de cerca al vehículo y sutripulante, mientras que en otros se logró captar a la distanciaque iba pasando. Fue hasta un domicilio en la colonia Revolución adonde se siguió el automóvil utilizado durante el asesinato de laperiodista. Al interior se encontraba el vehículo y pertenenciasdel sobrino de Crispín Salazar Zamorano, de quien se presumeestaba en Chihuahua estudiando y la casa se rentó para la estanciade él y otra persona.
Fue así como se tuvo la primera pista concreta sobre elhomicidio de Miroslava Breach Velducea, siguiendo lasvideograbaciones en las que aparecía el vehículo utilizado porlos delincuentes.
La investigación se concluyó, e incluso se judicializaron yalas órdenes de aprehensión a las personas involucradas, tanto eltirador, el sobrino de Crispín Salazar así como al menos otrasdos personas.
La investigación llega hasta los integrantes del grupo LosSalazar, de Gente Nueva y es desde donde se presume que seorquestó el homicidio de Miroslava Breach, por sus publicacionesen contra de dicho grupo tanto en reportajes y columnas publicadasen La Jornada y Norte de Juárez.
Del homicidio se le intentaría adjudicar la autoría a ArturoQuintana Quintana, alias El Ochenta, jefe del grupo criminal NuevoCártel de Juárez en la zona occidente de Chihuahua. A través detres mensajes dejados tanto el día del homicidio, luego en unamanta sobre el circuito Tricentenario y una cartulina más junto alcuerpo de Gabriel Ochoa Cárdenas, es que el grupo Los Salazaresvinculó al líder criminal contrario.
Se presume que los distractores se derivaron de la amenaza queel gobernador Javier Corral Jurado hizo contra Arturo QuintanaQuintana durante su campaña y al ser gobernador electo. Lasdeclaraciones del mandatario de Chihuahua llevarían a losverdaderos homicidas de la periodista a realizar este tipo dedistractores.
La “campaña” de Javier Corral contra Arturo Quintana, asícomo las declaraciones que emitió el gobernador, ocasionaron losdistintos escenarios posteriores como la colocación de las mantasy el homicidio de Gabriel Ochoa Cárdenas.
Este último, resultó una víctima circunstancial del asunto,pues los familiares aseguraron que era una persona sin ningúnvínculo criminal, licenciado en psicología e instructor retiradode karate a los niños y jóvenes de la colonia Junta de losRíos.
Señalado como una persona introvertida por sus vecinos, estosnunca observaron conductas extrañas o que pudieran presumir de suvínculo con alguna organización criminal, sin recursos propios,con lesiones severas que le impedían una movilidad plena, fueasesinado y señalado como el autor material del homicidio deMiroslava Breach.
Al cuerpo de Gabriel Ochoa, se le dejaría el arma que fueutilizada en el asesinato de la periodista, en un intento de loscriminales por frenar la investigación que la Fiscalía Generaldel Estado realizaba.
Tanto el gobernador Javier Corral como el fiscal César AugustoPeniche Espejel, mencionaron en varias ocasiones la solicitud algobierno federal para llevar a cabo la captura de los homicidas deMiroslava Breach, ya que pertenecen a un grupo criminal quecontrola gran parte de la zona serrana tanto de Chihuahua como deSonora.