Un triste panorama impera en la zona de Carrizalillo, en plena capital del estado, donde decenas de vacas han muerto a causa de la fuerte sequía que acecha a la entidad, afectando directamente a productores que enfrentan una severa crisis.

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Esqueletos de vacas lecheras y de engorda yacen sobre esta zona de Chihuahua, situación que se repite en otros municipios del estado, considerando que la carencia de lluvias por varios meses se ha presentado prácticamente a lo largo y ancho de la entidad.

El ganado bovino perteneciente a varios productores aledaños a la zona, puede observarse a unos kilómetros del cementerio de Carrizalillo, donde han optado por tirar a estos animales que murieron por no tener que comer ni beber.

La situación es complicada, toda vez que la ausencia del agua del cielo no ha permitido el crecimiento de pastizales en las praderas para el consumo, por lo que los ganaderos han tenido que adquirir alimentos a altos precios durante ya varios meses, por lo que la situación ya se volvió casi insostenible para muchos.

Por otro lado, de querer vender el ganado, el costo actual por kilo es bajo; sin embargo, algunos productores se han visto obligados a hacerlo con tal de conseguir algo de recursos para poder alimentar al resto de sus ejemplares, ya que lo que sembraron tampoco se ha dado precisamente por la falta de precipitaciones.