Un jardín de acceso comunitario, con palapas que protegen del sol, bancas para descansar, en un ambiente de solidaridad vecinal, ha provisto el señor José Luis Chavarría Ortiz, de 60 años de edad, quien durante cuatro años se ha entregado al Jardín de la Virgen, como lo llaman los habitantes del sector, por el mural dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe que adorna una de sus paredes.
“Son más de 450 metros de jardín, de superficie, en un terreno que está enfrente de mi casa. No sé cómo le doy abasto de riego, limpieza. Hay personas que tienen un pequeño jardincito, y lo tienen descuidado; y yo aquí con 500 metros, se mantiene bien. Las plantas son como los hijos o animalitos, si no los atiende, no van a estar bien”, expresó Don José Luis.
El sexagenario declaró que se dedica a la construcción, a la mecánica automotriz, y también es pintor. Sus trabajos los combina con la construcción y cuidado del jardín, donde siempre hay algo que hacer, como instalar una nueva palapa, cambiar de lugar una sábila grande, que ya necesita otro espacio, o acondicionar una banca.
El espacio es visitado como comedor, cuando las personas compran alimentos en los negocios cercanos, y quieren disfrutarlos al aire libre, o para protegerlos del intenso sol, mientras esperan el camión, por ser una especie de centralita, donde llegan las rutas de la zona sur.
“La gente lo cuida, porque no es mío, es de ellos, es de todas las personas que quieran usarlo. Por eso no tiene un cerco, ni prohibiciones, para que todos vengan, entren y lo usen. Lo único que se prohíbe es la vendimia, porque es un lugar sagrado, para venir a meditar”, finalizó.
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