A Marisela Escobedo Ortiz,, le mataron a su hija Rubí, de 16 años, en Ciudad Juárez en agosto del 2008 y el responsable confeso de su crimen, el esposo de la misma Rubí, fue dejado libre en completa impunidad. Mañana se cumplen 7 años del asesinato de esta mujer, quien pasó sus últimos días luchando por que el feminicidio de su hija se resolviera, castigando a su asesino.
No fue hasta enero del año 2009 cuando Escobedo Ortiz pudo establecer quién desapareció a su hija, para posteriormente matarla; de ahí inició una lucha para que el feminicidio no quedara impune. Se trataba del propio esposo de la víctima, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien estaba involucrado con el crimen organizado y terminaría muerto a manos del Ejército en Zacatecas años después, en 2012.
A finales del 2009 y principios del 2010, Marisela salió a los medios de comunicación a declarar: “Encontrar de mi hija dos, tres huesitos calcinados y saber que el resto se lo comieron los perros, no es grato para nadie… Si una pérdida es dolorosa, de esa manera lo es más”.
Marisela Escobedo fue quien encabezó de manera personal las investigaciones para dar con el homicida de su hija, quien se escondía en Zacatecas, hasta donde ella misma y un grupo de agentes acudió por él. Así en abril del 2010 lograron presentarlo ante un tribunal, quien lo declaró inocente.
La señora Escobedo se caracterizó por iniciar caminatas al lado de otras madres de jóvenes desaparecidas o asesinadas, con un letrero atado a la espalda donde se leía: “Sergio R. Barraza. 25 años. Asesino. Pena máxima”. Estas fueron las primeras movilizaciones de muchas, hasta que en diciembre del 2010 fue asesinada en el exterior del Palacio de Gobierno, cuando realizaba un plantón en busca de justicia.
El asesino Sergio Rafael Barraza fue detenido el miércoles 16 de junio de 2009 en Fresnillo, Zacatecas, mientras que el 26 de abril de 2010 inició el juicio en su contra; sin embargo, tres días después el tribunal lo declaró inocente por unanimidad. Eso provocó que Escobedo Ortiz saltara de su lugar junto a dos agentes del Ministerio Público y aventara a media sala y frente a los jueces un Código Penal del Estado de Chihuahua, al tiempo que emitía gritos desgarradores. “¡No! ¿Y mi hija, Señor?” gritó Marisela, al conocer la resolución judicial.
A partir de esa fecha aumentaron las movilizaciones de la madre. Cuando tenía ocho días instalada en Palacio de Gobierno, el 16 de diciembre del 2010, José Enrique Jiménez Zavala, alias “El Wicked”, líder operativo de “Los Aztecas” la persiguió y le disparó en la cabeza con una pistola 9 milímetros.
Dos años después, el 7 de octubre del 2012, la Fiscalía General del Estado Zona Norte presentó a “El Wicked” como autor material del asesinato de Marisela Escobedo. En esa fecha, en conferencia de prensa, el entonces gobernador del Estado, César Duarte Jáquez, dijo que “El Wicked” recibió la orden de asesinar a Escobedo.
De acuerdo con los datos aportados, el homicidio de Marisela era un acuerdo entre las organizaciones “La Línea” y “Los Zetas”, ya que Sergio Barraza andaba en Zacatecas con este grupo y las acciones de la mujer ya hacían mucho eco en las noticias.
Hoy los cuatro protagonistas principales de esta historia que le dio vuelta al mundo, Rubí Marisol, Marisela y Sergio Rafael y Jiménez Zabala, se encuentran muertos.
PREPARAN HOMENAJE A MARISELA
Mañana 16 de diciembre se prepara una ceremonia de homenaje que tendrá lugar en el monumento de Cruz de Clavos, que se ubica en el exterior del Palacio de Gobierno; el evento está promocionándose en Facebook en punto de las 6 de la tarde y quien organiza es el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres.
“Marisela Escobedo murió sin acariciar el rostro de la justicia, su presencia continúa vigente, la exigencia de justicia es compromiso de quienes compartimos su lucha por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”.