A sus 72 años don Rufino Martínez quien vive con doña María en una humilde vivienda que armo con madera, laminas y pedazos de lona en las orillas de la colonia Granjas Cerro Grande, a donde aún recibe el agua por pipas, y la modernidad los tiene en el olvido, “mi anhelo ya de viejo es lograr construir una casita decente para mi señora y yo, pues ya estamos muy viejos y queremos terminar nuestras vidas lo más tranquilos posible”, señalo el payasito.
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Casi toda su vida trabajando en los circos ambulantes hasta que se retiró de ellos, pues no podía andar de lado en lado, señalo don Rufino Martínez quien vive en la calle Benito Juárez de la colonia Ampliación Granjas Cerro Grande, acompañado de su pareja la señora María de los Ángeles, quien nos contaba sobre su viejo quien sale a ganarse la vida de payasito en los camiones.
Desde el interior de su humilde vivienda protegida con madera, tarimas y recubierta con láminas y lonas que han juntado, actualmente viven de su pequeña pensión y de vez en cuando lo llaman para dar un pequeño show, las personas que conocen su labor, señalo que es padre de 7 hijos y cinco de ellos siguieron su labor con diferentes circos ambulantes, que viajaban por la república y otros en una sola ciudad.
Mientras nos presentaba a "Benito" un simio muñeco de ventriloquia con el que le vinieron cientos de recuerdos de su antigua labor, menciono que el enseño a todos sus hijos el arte de hablar con los muñecos y esto los llevo a ser solicitados en los espectáculos de los circos hasta que decidieron dejar ese trabajo y dedicarse a otras cosas.
Actualmente su sueño es poder construir una vivienda digna en su terreno pero las carencias se lo impiden, dice por su edad ya no lo contratan a pesar de que la gente le conoce como "Chapaturrin" el payaso ventrílocuo pero por su avanzada edad el trabajo le escasea.
Su mujer, la señora María de los Ángeles dijo que ella le apoya además de su pensión, saliendo a la calle con su carriola y junta de todo como botes, cartón o cosas que pueda vender, le preguntamos si está preparada para el frio y humildemente contesto que por el riesgo que hay de que se queme la casita no prendemos lumbre, mejor nos echamos más cobijas dijo la adulta mayor.
Para esta parejita de adultos mayores, su vida está llena de recuerdos de sus espectáculos y de todos los monos de ventriloquia que llegaron a tener él y sus hijos, actualmente el agua les es llevada en pipas, la luz les llega desde un lejano poste y drenaje pues es una enorme letrina que acondicionaron en el terreno que habitan.
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