Desde hace cuatro meses no se han cubierto las 60 plazas de médicos generales y especialistas en la zona serrana de Chihuahua, a pesar de que el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud, ha ofertado sueldos que llegan hasta los 45 mil pesos mensuales, para incentivar a los médicos a trabajar en las zonas más inseguras del estado.
Así lo reconoció Jesús Enrique Grajeda Herrera, secretario de Salud del estado, quien explicó que los médicos no están accediendo a cubrir estas plazas que se encuentran vacantes desde hace más de 100 días, debido a las condiciones de inseguridad que se registra principalmente en las zonas serranas.
Municipios como Guadalupe y Calvo, Guachochi, Bocoyna, Camargo, Parral, Témoris, Chínipas y Madera, entre otros puntos más, son los que registran carencia de personal en los consultorios, ya que ningún médico quiere ocupar esas plazas y los estudiantes o pasantes ya no son enviados a trabajar a estos puntos conflictivos del estado de Chihuahua.
Las universidades del estado hicieron el compromiso para que los pasantes o estudiantes de último grado de la carrera de Medicina no fueran obligados a prestar servicio en la zona serrana, ya que habían registrado diferentes cuestiones de inseguridad que ponían en riesgo la integridad de los jóvenes.
Desde el mes de julio, la Secretaría de Salud logró realizar un convenio con el Gobierno Federal para obtener una partida presupuestal adicional, para cubrir parte del incremento de los sueldos de los médicos que decidan consultar en la Sierra Tarahumara, donde concretaron sueldos que irán de los 20 a 45 mil pesos mensuales, dependiendo de la zona o especialidad que puedan cubrir.
Sin embargo, tras este anuncio, incentivos y mecanismos de seguridad, donde incluso se ha comprometido la Fiscalía General del Estado, los médicos siguen sin querer ocupar las 60 plazas que se han quedado acéfalas por las cuestiones de inseguridad, ya que nadie quiere cubrir estos lugares conflictivos del estado de Chihuahua.
El secretario de Salud comentó que están a la espera de que ingresen los nuevos funcionarios del próximo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para iniciar un diálogo y crear acciones que permitan mejores condiciones laborales y de seguridad a los trabajadores que decidan ir a atender los hospitales.
Pero mientras no exista la voluntad de los médicos para cubrir estas 60 plazas en diversos centros de salud, sigue existiendo una deficiencia en la atención médica de decenas de comunidades, ya que en muchas de las zonas adentradas de la sierra no tienen forma de recibir la atención médica, ya que requieren viajar varios kilómetros para encontrar algún médico o especialista.
En la zona serrana existe un control importante por parte de los grupos del crimen organizado, quienes son los principales generadores de violencia y se han visto involucrados en desaparición de estudiantes, pasantes y doctores, en los últimos dos años, lo que ha mantenido la alerta de los trabajadores para no asistir a trabajar en aquella zona del estado.
Hasta el momento se tiene el registro de la desaparición de cuatro estudiantes de enfermería, quienes fueron privados de la libertad en Jiménez; ellos asistían a la ciudad de Parral a prestar su servicio médico, pero el 31 de mayo ya no supieron nada de ninguno de ellos y todo apunta que fue obra de un grupo criminal que opera en la región de Parral.
De igual forma, hace un año, en noviembre de 2017, el doctor Blas Juan Godínez fue privado de la libertad cuando se encontraba en el consultorio de Gómez Farías, a doce meses de lo ocurrido, aún no encuentran indicio de que siga con vida o haya sido asesinado, por lo que siguen las investigaciones para dar con los responsables de su secuestro.
En septiembre de este año, el médico Blas Godínez, hijo del doctor secuestrado, tomaría protesta como alcalde de Gómez Farías, sin embargo, esto no se ha podido concretar, ya que un sujeto armado le disparó en la cabeza cuando se encontraba en su consultorio y lo mantiene postrado en una cama de hospital en una constante lucha contra la muerte.
A decir de las autoridades de salud, los médicos del estado han preferido obtener ganancias bajas para resguardar su integridad, ya que las condiciones de inseguridad han ahuyentado a los médicos, quienes no quieren ser “carne de cañón” por el paso de los grupos delincuenciales y actividades clandestinas.