Ahumada, Chih.- Ciudadanía Ahumada vive desprotegida y en estado de indefensión ante inoperancia de Seguridad Pública por falta de patrullas para labores de prevención y reacción ante ilícitos comunes.

La Dirección de Seguridad Pública no cuenta con una sola unidad motora (patrulla debidamente señalizada ) en buenas condiciones mecánicas, con la única que trabajaron durante enero, a principios de febrero tuvo que salir de servicio (yonkeada) por fallas en el motor, como consecuencia del nulo mantenimiento durante meses y años.

A partir de que esta única unidad fue parada, los elementos policiales utilizaron vehículos particulares para su labor, pero dejaron de hacerlo para no generar sospechas de mal comportamiento, sobre todo ente paseantes que transitan por la Panamericana.

Desde hace días, los uniformados viven jornadas de bostezo porque no atienden ningún llamado de urgencia, aunque se trate de ilícitos comunes, como robo a casas habitación; no hacen recorridos de vigilancia preventiva, y pasan toda la jornada en el edificio de la corporación.

En ocasiones atienden con lentitud alguna alerta, lo hacen a paso lento, porque tienen una unidad (Nissan blanca) no señalizada, a la cual le falla la dirección, obvio es que si aceleran corren el riesgo de provocar un percance.

Otras unidades, al menos dos, tienen en el taller varios meses, debido a que el Gobierno no cuenta con recursos económicos para pagar mano de obra, otra permanece en el corralón esperando sea reparada; el caso es que la seguridad es letra muerta, por lo menos en la zona urbana.

Dos unidades más que sí reciben mantenimiento están asignadas en comunidades menonitas, La Peralta y La Esperanza, al parecer el mantenimiento de éstas es costeado por los menonitas.

Ciudadanos de Chihuahuita, donde la noche del miércoles se registró intento de asalto a casa habitación, pusieron el dedo en la llaga exponiendo que desde hace meses los uniformados no realizan su labor adecuadamente, siendo esto un factor para que delincuentes comunes vandalicen espacios públicos, como el Deportivo San Marcos y ataques previos en gimnasio Sumas del Desierto, y como no realizan vigilancia preventiva, se han registrado varios accidentes automovilísticos que, de haber patrullas, no hubieran sucedido porque Seguridad Pública es coadyuvante de Vialidad, otra dependencia estatal sin elementos, ni patrullas suficientes.

Infructuosamente ayer, tras conocer el sentir ciudadano y algunos comentarios de elementos policiales, se intentó hablar al respecto con el presidente municipal, quien por tener “agenda muy apretada” no pudo atender la solicitud; la oficial mayor, tras reconocer las carencias, explicó que pormenores sobre este problema y posibles soluciones sólo el alcalde las podría explicar, lo esperamos por una hora aproximadamente, pero debido a los tiempos para cumplir con nuestro trabajo, fue imposible seguir esperando.

Extraoficialmente se tuvo conocimiento de que el parque vehicular de Seguridad Pública y de otras áreas de Gobierno fue heredado en deplorables condiciones, lo cual se acrecentó por falta de presupuesto del actual gobierno para reparar lo que aún podía arreglarse.

Hace dos semanas aproximadamente, cuando nos enteramos de que sólo una patrulla con limitantes mecánicas era utilizada todo el día, la misma oficial mayor informó que se trabajaba para encontrar métodos de financiamiento para adquirir vehículos para Seguridad Púbica y gestionaban ante instancias federales la posibilidad de algunas donaciones, sobre todo ante la Secretaría de Hacienda.

Durante el tiempo de espera para que nos recibiera el alcalde, atestiguamos otras inconformidades de empleados municipales, quienes se quejan de malos tratos y prepotencia de mandos medios.

Convocados a reunión con el edil, todos los intendentes de espacios públicos y jardineros se congregaron en el edificio administrativo, donde según abordarían temas de maltrato verbal y carencia de artículos y herramienta para realizar su labor. El encuentro fue a puerta cerrada, lo cual fue una de las causas por la que no fuimos recibidos por el presidente Juan de Dios Valle Camacho.

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