Sin vivienda digna; patrimonio perdido

Fraccionamientos como Riberas de Sacramento, Punta Oriente y Jardines de Oriente, han sido catalogados como el foco rojo de la delincuencia

Adriana Saucedo y Samara Martínez

  · lunes 17 de junio de 2019

De 3 a 4 casas vacías por cuadra en los fraccionamientos de las periferias / Fotos: Alberto Hierro

En México nunca ha existido una política efectiva de vivienda social, lo que ha provocado, por varios años, un creciente abandono y pérdida de patrimonio en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Este abandono se debe a que las casas de interés social se encuentran en zonas mal ubicadas, fuera de la mancha urbana, y además están mal construidas; al ser, principalmente, para los trabajadores con salario mínimo, estas fueron hechas con una calidad menor y en zonas marginadas que no cuentan con lo necesario para vivir dignamente, prevaleciendo en un constante ambiente de violencia, lo que genera un mayor costo de solvencia para Municipio, situación que fue admitida por el arquitecto Juan Carlos Chaparro Valenzuela, Subdirector de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología.

Basta con visitar algunas de las colonias más alejadas y violentadas de la capital del estado, como lo son Riberas de Sacramento, Punta Oriente y Jardines de Oriente, para verificar el abandono, la violencia y la precaria situación de vivienda digna en la que permanecen cientos de familias chihuahuenses, quienes orillados por la falta de alternativas terminan adquiriendo su patrimonio en estas zonas.

Dichas colonias han sido catalogadas como el foco rojo de la delincuencia, la violencia y la inseguridad, situaciones que crecen día con día precisamente por la falta de control que existe por parte del Ayuntamiento, quienes actualmente se encuentran trabajando para mejorar el Plan de Desarrollo Urbano (PDU), ya que, según explica el subdirector, Chihuahua se encuentra muy por debajo de la media nacional.

“Hace diez años estábamos en condiciones mejores, es decir, la ciudad estaba más compacta, el número de habitantes era mucho menor. Ahorita, todo este proceso de vivienda en las orillas nos incrementó mucho ese problema. Pero la intención es revertirlo y llegar a ser una ciudad más compacta, más justa y que se aprovechen mejor los pocos recursos que tiene el Ayuntamiento.”, asegura el arquitecto.

En los últimos años el ambiente de violencia, propiciado en parte por la lejanía de la mancha urbana en la que se encuentran estos sectores de la sociedad, ha orillado al abandono de casas, pues en la colonia Punta Oriente es fácil detectar, por lo menos, de 3 a 4 casas vacías por calle, las cuales son utilizadas como picaderos o habitadas por paracaidistas, entre ellos, migrantes y traficantes.

Caminar por la zona es descubrir otra cara de Chihuahua, en donde los habitantes tienen miedo de salir y algunos de ellos aseguran que solo lo hacen cuando es necesario. Gabriela Nevares, habitante de la zona y madre de un pequeño de cuatro años de edad, explicó que la colonia no es segura, pues el ambiente de violencia solo le permite dejar su casa únicamente para llevar a su hijo de su hogar a la escuela y viceversa.

“Estamos aquí porque no alcanza para más, la casa me la rentan por 500 pesos al mes y uno la arregla como puede; vivimos en un espacio pequeño, cerramos con cadena y los marcos son de unicel, pero eso no es lo peor… vivir en un lugar donde no puedes salir por miedo a que te pase algo a ti o a tu familia eso es lo que realmente está mal.”, asegura Nevares.

Diversos medios nacionales como Animal Político, Los Ángeles Times, La Jornada, Nexos, entre otros, aseguran que la misma situación se repite en conjuntos financiados por el Infonavit, lo que ha generado una avalancha de alrededor de 200 mil viviendas abandonadas en el país, según datos de El Barzón.

La pregunta obligada (aunque un tanto complicada) ante esta situación es: ¿Por qué permitir que se sigan construyendo viviendas en estas zonas que parecen ser inhabitables?, la respuesta, simple: por el costo de la tierra, esto explicado nuevamente por el subdirector Chaparro.

“No tiene otra relación más que el costo del terreno. Son zonas que son muy baratas y de acuerdo con los proyectos de inversión de los promotores, que son los que arman este tipo de desarrollos, esas son las zonas más factibles para desarrollar. No pudieras comprar terrenos atrás de CIMA, por poner un ejemplo, porque el terreno es más caro ahí. Entonces, evidentemente, ellos buscan tener un terreno barato para poder meter la vivienda que requieren para este tipo de desplazamientos.”, indica.

Tanto Riberas de Sacramento como Punta Oriente y Jardines de Oriente, están incluidas dentro del PDU de la ciudad como zonas susceptibles de desarrollo por tener el costo de tierra más barato, alrededor de 25 pesos el metro cuadrado, lo que al final resulta ser más atractivo para los desarrolladores de vivienda, quienes como interés principal tienen el hacer negocio con casas de interés social, dejando de lado las condiciones de una vida digna para un buen desarrollo cultural.

Uno de los factores que afecta dicho desarrollo es el visible deterioro de las casas de interés social, pues según lo explicado por el arquitecto, los malos procesos de construcción propician ese ambiente; a pesar de que cada proyecto es supervisado por un director responsable de obra, quien es el encargado de revisar que la construcción se haga de manera correcta, es notorio que la mayoría de esas casas están en condiciones inhabitables.

Chaparro explicó que la Dirección Municipal cuenta con sus propios inspectores de obra, sin embargo, “no son suficientes como para andar supervisando cada una de las casas”, por lo que se necesita que exista una denuncia de un particular para que las construcciones se revisen a profundidad, siendo la misma dependencia quien funge como mediadora entre el afectado y la desarrolladora en caso de comprobarse un conflicto.

De acuerdo con el Reglamento De Construcciones Y Normas Técnicas Para El Municipio De Chihuahua, el responsable de obra está obligado a vigilar que se utilicen materiales de resistencia y calidad, cuyas especificaciones deberán de estipularse en los planos registrados (artículo 245).

Además en el artículo 108 se estipula que se deberán tomar las suficientes precauciones para evitar efectos perjudiciales en la estructura debido a cambios de temperatura, de humedad, contracción, flujo plástico y efectos similares. De acuerdo con el artículo 248, los materiales que se encuentren en un ambiente corrosivo, o bien, a la intemperie y sujetos a la acción de agentes físicos, químicos o biológicos, deberán de ser de material resistente o recubiertos con sustancias protectoras.

Debido a este conjunto de factores, como la violencia, la lejanía, la mala ubicación y, en parte, la baja calidad de construcción, miles de familias chihuahuenses han decido abandonar sus casas, dejando de pagar su crédito de Infonavit.

Según datos de la Subdirección General de Comunicación de Infonavit, a la fecha 42 mil 833 chihuahuenses se encuentran en cartera vencida, lo que propicia el abandono de casas que, posiblemente, serán habitadas por paracaidistas, es decir, empleados informales que no cuentan con ningún tipo de crédito para adquirir una vivienda.

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