El Covid-19 ha golpeado la economía de pequeños emprendedores, como a César González Madrigal, quien desde hace nueve años ejerce el oficio de bolero, en un concurrido punto aledaño a Avenida La Cantera, sin embargo, la crisis económica que ha dejado el Covid, complica el ingreso a su hogar.
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César es el sostén de su esposa María Isabela, y sus tres hijos, José Eduardo de 17 años, quien refirió que en este momento no cuenta con trabajo; César Bruno, de 16 años, con una condición de aprendizaje; y Alma Sofía, quien se ha adaptado a la nueva normalidad, y cursa sus estudios vía digital.
A pesar de los bajos o casi nulos ingresos, debió contratar el servicio de internet, para que Alma Sofía tuviera acceso a la educación por distancia, lo que llevó a una situación más crítica a la familia González.
Con sus 59 años a cuestas, y el peso de la pandemia, César no se desalienta, y cada día lo enfrenta con el optimismo de que será mejor que el anterior, y acudirán más personas a bolearse los zapatos a su puesto, que se ubica en las Calles Catedral de Chihuahua y Tomás Valles, muy cercano al cruce de Avenida La Cantera y Periférico de la Juventud.
“Acudo a ustedes humildemente, para ver si me pueden ayudar con láminas o madera para fabricar un mejor puestecito, donde mis clientes y yo podamos estar más cómodos y protegidos de las inclemencias del clima”, señaló, y acotó que ante la llegada de la temporada invernal, la condición de trabajar en la intemperie se recrudece.
El contacto de César es (614) 344-6772, o en su puesto, en la dirección referida, y refirió, que con un lugar mejor equipado, sus ventas podrían aumentar y mejorar su situación financiera y la de su familia.
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