Desde el viernes por la mañana, la señora Leticia Tolentino observó que el Jesús crucificado que se encuentra al subir las escaleras de su casa, en la colonia Zarco, estaba brilloso, al acercarse se dio cuenta que desde la barbilla casi de los ojos le emanaba una especie de aceite; la mujer ha tomado las cosas con reserva, aunque no descarta que se trate de un milagro, manifestación de que Jesús quiere hacer notar que está con nosotros.
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La imagen tiene casi 15 años en la casa, es alto como para asearlo cotidianamente con algún limpiador o abrillantador, por lo que la mujer descarta que el brillo inusual sea producto de que ella lo haya limpiado recientemente.
“Nunca lo vi tan brillante, hay partes donde parece nuevo, recién pintado, para mí es un aceite que está emanando, pero lo toco y lo que siento sólo es polvo”, afirma.
“Durante toda la semana lo vi con mucho brillo, pero en la mañana (viernes) me paré a darle gracias por un nuevo día y vi con más claridad, Dios se manifiesta de muchas maneras, pero ese brillo o el aceite, no lo tenía, estoy segura”.
“Quiero que el padre me aconseje, no puedo antes hacer o decir nada, porque si lo empiezo a esparcir me van a decir que estoy loquita”.
Por precaución y que el aceite llegue a gotear, colocó dos platos de color negro para que caiga y no se absorba en su alfombrado.
La señora, quiere tomarse con calma lo sucedido, para lo cual ha invitado a su confesor, el sacerdote del Santuario de Guadalupe a donde ella asiste a misa, para que le dé su opinión, así como qué tan correcto es difundir lo acontecido.
La señora Cande, que tiende un negocio de pollos rostizados en la Zarco, y luego Lorena, quien atiende una peluquería, y también los clientes a la estética Chepina estuvieron acudiendo a observar la imagen y quedaron impresionados.
Al lugar acudieron los esposos Jaime y Jimena Salas, quienes se mostraron sorprendidos por el suceso y de inmediato consultaron en internet que han ocurrido casos similares alrededor del mundo, y manifestaron que el hecho acrecienta su fe y refuta la verdad innegable de que Cristo se encuentra no sólo en las hostias consagradas, sino está presente en quien ora y pide su intercesión.
El supuesto especie de aceite ha recorrido parte del cuerpo hasta llegar a la rodilla izquierda, lo que ha sido considerado como un verdadero milagro.
La noticia ha atraído a muchas personas, primero a familiares y luego a decenas de vecinos, quienes ratifican que el Cristo está sudando.
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