Incrementos en productos como la carne, manteca, chiles, hojas y maíz inciden en el incremento de productos como los tamales, pero sobre todo el precio final se ha visto afectado por el costo de la hoja de maíz, que subió en un 100 por ciento su costo.
Roberto Rodríguez Fonseca, uno de los propietarios de la tamalería Doña Ceci, comentó que la mayoría de los ingredientes que se emplean para este alimento han subido de precio, especialmente las hojas, cuyo kilo estaba en 90 pesos y actualmente alcanza los 180 pesos, según dio a conocer.
Detalló además que la temporada alta para este tipo de negocios son los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero, mientras que el resto del año las ventas no dejan mucho margen de ganancia, menos si toda la materia prima ha aumentado, y peor aún si se avecina un posible aumento extra al maíz.
En su caso, comentó que estuvieron manteniendo el costo del tamal en 13 pesos y que por lo regular cada año sube un peso la pieza, pero esta ocasión tuvieron que ofrecerlo en 15 pesos por el encarecimiento de los productos.
“De hecho el aumento del maíz en los primeros meses no incidió en el precio final, ya que todo ha subido en general: desde la carne, manteca, chiles secos, maíz y por supuesto las hojas, que es fundamental en un tamal”, dijo Rodríguez.
Manifestó que, hasta donde tiene entendido, el precio de la hoja se disparó porque durante el año 2019 hubo inundaciones en cosechas de maizales en Jalisco, lo que mermó la elaboración de las hojas; sin embargo, durante el 2020 persistió la elevación de su precio. “Esto ocurrió antes de la contingencia, pero no regularizaron los costos. Se aprovecharon; en esta pandemia no hubo solidaridad”, señaló.
Lo anterior –dijo-, provocó el encarecimiento del tamal, que en dicho establecimiento se vieron obligados a sumarle dos pesos más por pieza; no obstante es de los más competitivos en la capital, donde pueden ofrecerse en 18 pesos en adelante por pieza.
El señor Roberto reconoció que en su caso tiene algunas ventajas, como tener un local propio, además que la familia atiende personalmente; pero en otros donde hay que pagar renta y varios sueldos, tienen que incrementar en mayor porcentaje el precio para hacer el negocio rentable.
Cabe mencionar que los famosos tamales de Doña Ceci empezaron a comercializarse en 1992 en la colonia Obrera, casa por casa, mecánica de venta que persistió hasta 1991, cuando se establecieron en el actual local en la calle 11 y casi 20 de Noviembre.
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