La fragilidad de las viviendas de materiales como cartón y madera que han proliferado en la zona de las faldas del Cerro Grande, y que se extiende hacia el sur a la colonia Las Norias, se incrementa cuando llega la temporada de lluvias, y las familias sufren los embates de la madre naturaleza.
Muchas de ellas están construidas con materiales reciclados, como cartones, pallets de madera, puertas o ventanas que fueron desechadas de otras edificaciones, que no son los óptimos para contener el agua de lluvia, provocan más calor en su interior, los huecos permiten la entrada de aire frío en invierno, y crece la vulnerabilidad de los habitantes.
Tal es el caso de la casita de madera y cartón, que se encuentra en 82 y media, entre Diana Laura y Puerta Vallarta, de Vistas del Cerro Grande, donde se forran las paredes de madera con lonas viejas, para impedir que ingrese la humedad, y el hule negro para los techos, a veces no es suficiente, o por su uso, se va desgastando, permitiendo que entre la humedad.
Con el paso de los años, la mancha urbana va llegando al icónico cerro que aparece en el escudo de la ciudad, y también del estado de Chihuahua, sin embargo, las viviendas, son de materiales frágiles, y no cuentan con servicios como agua, drenaje, energía eléctrica, haciendo un ambiente agresivo para los habitantes que han encontrado un pedacito de tierra, donde vivir.
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