Los habitantes de la colonia Ladrilleros Norte continúan en pobreza, hace un año inició el programa "Echarle montón a la pobreza", sin embargo los beneficios no se han visto reflejados en la calidad de vida. Siguen sin drenaje, ni agua potable, viven en casas endebles, y la falta de empleo y apoyos es latente.
Hace 17 años se inició la colonia, hay habitantes como Patricio, indígena originario de Guachochi, quien recuerda que los reubicaron, de la colonia Revolución los mandaron hasta los linderos de la mancha urbana, debido a que los hornos generaban contaminación.
La vida de los residentes no es sencilla, se les dificulta desde el acceso a la colonia, a los servicios básicos y educativos, así como las oportunidades de empleo, además de que muchos de los fabricantes de ladrillo están expuestos a las prácticas de los "coyotes", quienes les compran el producto a precios muy bajos.
La colonia asentada por la avenida De las Industrias se consideraba una zona industrial, sin embargo rápidamente se convirtió en una zona familiar, donde proliferan las casitas endebles, ya que paradójicamente, aunque fabrican ladrillos, algunas de sus casas son de madera, hule y cartón.
Los habitantes además viven rodeados de montones de basura y escombro. En la avenida De las Industrias se aprecian grandes cerros de basura y neumáticos, algunas chivas brincan por el lugar, donde también es zona de juegos para los pequeños, quienes se exponen a contraer infecciones y enfermedades.
Entre las polvorientas calles juegan los niños y las niñas, no tienen más remedio, no cuentan con un parque o zona de esparcimiento. Sólo con un comedor comunitario que no brinda servicio diariamente, pero sí ha sido muy promovido como una estrategia para que la población viviera sin hambre.
En algunas casas se cuenta con tinacos, en otras con tambos, donde de almacena el agua que utilizan para preparar alimentos como para fabricar sus ladrillos. En la mayoría se cuenta con sistema de baño ecológico, por un programa federal, pero no existe drenaje.
Aunado a la situación de pobreza, se encuentra la problemática de los adolescentes con embarazos tempranos, sin dejar de mencionar que abandonan los estudios para buscar empleo y hacerle frente a la situación. Su destino es encontrar un empleo mal pagado haciendo limpieza en casa o bien apoyando en la fabricación de ladrillo.
Para los habitantes el programa estatal "Echarle montón a la pobreza" no ha dado resultado, pues aunque se les plantearon proyectos productivos, no se lograron concretar, al menos el de la cooperativa de ladrillos, donde algunos productores se asociarían para ganar más, sin embargo sólo se desilusionaron.
A un año, el panorama en la colonia sigue siendo desolador.