Devora la tala clandestina 17 mil hectáreas de bosques

Chihuahua está entre los tres estados más afectados, junto a Chiapas y Oaxaca

Ricardo Holguín | El Heraldo de Chihuahua

  · domingo 4 de julio de 2021

Fotos: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

La tala clandestina en el estado de Chihuahua ha terminado con una superficie boscosa de al menos 17 mil hectáreas de recurso natural, de acuerdo a las acciones que ha venido emprendido la Fiscalía General del Estado, donde han logrado asegurar a más de veinte personas y por lo menos 70 camiones involucrados en esta actividad ilegal.

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Datos de investigación apuntan que diversas organizaciones criminales se han involucrado en este tipo de actividades, que incluso se ha convertido en una fuente de financiamiento tras la producción en aserraderos como la distribución en distintas empresas madereras que fabrican muebles en lugares como Delicias, Cuauhtémoc, Chihuahua y otros municipios más.

Las zonas donde mayor problema se ha detectado en los últimos años son los municipios de Bocoyna, Madera y Guachochi, el primero de ellos el que mayor afectación ha mantenido, ya que incluso los criminales optan por incendiar diferentes zonas boscosas cuando terminan de talar los pinos de la sierra.

Fotos: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

De 2019 al 2021 se han iniciado más de 63 carpetas de investigación, lo que ha terminado con la detención de más de veinte personas, se han realizado cateos en aserraderos, donde por lo menos 12 establecimientos fueron asegurados, por no contar con los permisos correspondientes para manipular o recibir la madera.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estima que el 70% de lo que se comercializa de madera en el país proviene de la tala ilegal, lo que habla de un problema de deforestación de los recursos naturales para el financiamiento de algunos grupos o personas involucradas.

Los estados que mayor afectación por tala clandestina reportan a nivel nacional son Chiapas, Oaxaca y Chihuahua, que son los puntos donde parte la madera para su comercialización de acuerdo a las estadísticas e información que recaban las autoridades a nivel estatal y nacional.

Fotos: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

La Fiscalía General del Estado adjudica la mayoría de los enfrentamientos armados de Guachochi, Madera y Bocoyna a la disputa que mantienen los grupos criminales para el control de la tala clandestina.

Dos organizaciones criminales en el estado de Chihuahua son las mantienen disputando el control y comercio no sólo de la ventas de narcóticos, sino que han pasado a buscar la sobreexplotación de los recursos naturales a través de la tala clandestina, que a la fecha se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos económicos.

Por una parte, las autoridades estatales identifican al Cártel de Juárez, que es dirigido por César Daniel M.A. el H2 y su familia, desde Uruachi, y en el otro extremo el Cártel de Sinaloa, que coordina Noriel P.G. el Chueco, desde Urique, quienes han logrado dirigir el negocio de la tala clandestina y los aserraderos en la Sierra Tarahumara, a través de varios representantes de estos grupos criminales.

Foto: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

Una de las principales comunidades que más afectación ha registrado con el paso de los años ha sido el poblado de San Juanito, que pertenece al municipio de Bocoyna, donde a la fecha la Fiscalía General del Estado calcula que se han devastado por lo menos 15 mil hectáreas de árboles que han sido talados de una forma indiscriminada.

El área de inteligencia de esta corporación detecta sobre esta red de operación clandestina a la familia Manjarrez, quienes son un grupo criminal que está al servicio del Cártel de Juárez, el cual tiene representantes que coordinan la tala en algunos puntos como San Juanito, Uruachi, Guerrero y La Junta.

Informes internos apuntan que los hermanos y demás familiares de César Daniel M.A. el H2, le reportan información y los ingresos producto de esta actividad ilícita, además de coordinar la operación de los aserraderos clandestinos, que sólo en este año lograron desarticular más de 12 aserraderos que trabajaban de forma clandestina.

Parte de estos operadores y responsables de la tala inmoderada de madera en la Sierra Tarahumara es el grupo conocido como Los H´s, quienes son liderados por César Daniel el H2, y quien trabaja con sus hermanos Homero y José Alfredo, ambos coordinadores de municipios para este grupo criminal.

Fotos: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

El seguimiento que mantiene la Fiscalía General del Estado es que el sobrino del H2 Iván Manjarrez, el 19 o el Roy, es el que coordina la comunidad de San Juanito, mientras que Homero el H7 cubre parte de La Junta y Guerrero, todo esto se opera desde el municipio de Uruachi, donde se mantiene el presunto líder criminal.

Las áreas que tienen mayor afectación por parte de este grupo armado son algunas como Ejido Talayotes, Cuesta Prieta, San Pablo de la Sierra, Ejido Gomeachi y San Juanito, que son las que más reciben y comercializan madera ilegal, que talan durante las noches y parte de las madrugadas para evitar la presencia de grupos contrarios o policías.

En esa misma zona, en el poblado de Creel, han identificado a un hombre al que le apodan el 10 o el Tavo, quien se ha hecho cargo del mismo negocio ilegal pero para el Cártel de Sinaloa, teniendo como jefe inmediato a José Noriel P.G. alias el Chueco, quien dirige a la organización desde Urique.

El Chueco ha colocado algunos coordinadores para esta disputa por la madera y narcotráfico en Samachique, Guachochi, Batopilas, según informes de seguridad, luego de que retiraron a Rodolfo Eduardo L.Z. el Edy Zafiro, quien pasó de controlar Creel a Samachique, mientras Batopilas lo coordina Servando M.O. el Servandito y en Guachochi se encuentra Melquiades D.M el Chapo Calin.

Foto: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

Toda esta estructura criminal que se encuentra dispersa desde Chínipas hasta Cuauhtémoc y de Guachochi hasta Ignacio Zaragoza está siendo disputada por los grupos criminales, quienes además de financiar las organizaciones a través del narcotráfico han decidido migrar a la explotación de los recursos naturales.

Foto: Cortesía | INAH