A sus 23 años de edad, Gerardo Reyes será uno de los chihuahuenses que participarán en el proyecto federal Jóvenes Construyendo el Futuro, desempeñándose dentro del área jurídica de la asociación Uno de Siete Migrando, la cual se dedica a brindar diversos apoyos a los migrantes que se encuentran en el estado.
Para Reyes, el haber sido aceptado para participar en dicho programa representa una gran oportunidad para extender su interés por ayudar al prójimo, además de la ventaja para adquirir experiencia laboral que pueda servirle en su futuro.
Su motivación por brindar ayudar surgió luego de ser víctima de discriminación en su niñez debido a su discapacidad, pues el haber nacido con espina bífida, defecto en la médula espinal, lo ha mantenido en silla de ruedas durante toda su vida.
“La mitad de mi cuerpo estaba como muerto. Al entrar en kínder y primaria, el desplazarse era algo muy complicado, no podía jugar como los demás y llegué a sufrir discriminación por parte de los compañeros. Pero después comencé a aceptarlo, lo tomé como un reto para superarme y así pude ayudar a otros que pasaban por lo mismo”, indicó.
Razón por la cual, el trabajar dentro de una asociación dedicada a brindar ayuda a migrantes fue de gran interés para Gerardo Reyes, quien no dudó un segundo para aplicar a esta vacante a través de la plataforma del programa federal.
“De momento estoy en la etapa de capacitación, aprendiendo las leyes, artículos y tratados que tienen que ver con los migrantes. Todo con apoyo de una persona dentro del programa que ya tiene conocimiento de los temas, me proporciona las cosas que tengo que leer y aprender”, explicó, y agregó que para el mes de marzo comenzará a trabajar de manera completa.
Antes de la capacitación, indicó, no tenía conocimiento jurídico respecto al tema, únicamente conocía la situación de los migrantes a través de la información de los medios de comunicación.
Aunque no tiene contemplado algún lugar para laborar en el futuro, explicó que le gusta mucho aprender idiomas, actualmente sabe inglés y un poco de francés, y planea aprender japonés. Todo de manera autodidacta, por lo que le gustaría desempeñarse en alguna empresa donde los idiomas le sean de utilidad.
Mencionó que siempre ha tenido el apoyo de su familia, quienes no dudaron en ayudarlo en los traslados, trámites y todo lo que necesitó para aplicar al programa. “Me gustó saber que aquí en Chihuahua se les está ayudando; somos una ciudad hospitalaria con los migrantes, quienes viven muchas situación desagradables, por lo que llegar a esta ciudad y recibir ayuda significa mucho para ellos”, dijo.
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