Venden documentos falsos de la Iglesia por internet

Desde bautizos hasta cartas matrimoniales

  · viernes 30 de noviembre de 2018

“Todo lo encuentras en internet”, se suele escuchar todo el tiempo en esta era moderna, tanto que ya ni la iglesia católica o las leyes religiosas se encuentran exentas de esta frase, pues actualmente el acceso a la falsa documentación parroquial se encuentra a tan solo un clic de distancia.

En los últimos años la práctica de adquirir certificados sacramentales falsos se ha vuelto común, pues la mayoría de las veces los implicados argumentan no contar con el tiempo disponible para realizar las pláticas o cursos indicados para cada sacramento; por lo que resulta más fácil, aunque no más económico, la compra ilícita de documentos parroquiales, siendo el internet la mayor red de comercio.

Facebook, ha fungido como una plataforma para comprar y vender certificados de sacramentos religiosos. Dicha oferta se publica en distintos grupos de compraventa donde se publicitan “sacramentos religiosos exprés”, advirtiendo que son documentos originales que cuentan con sellos y firmas, así como calidad ultra violeta.

Los pedidos son de entrega inmediata y se pueden encontrar desde certificados de Bautizo, Comunión, Confirmación y Matrimoniales; estipulando que no dan pláticas, que únicamente venden dichos documentos.

La falsificación de documentos eclesiales ha sido detectada por algunas secretarias parroquiales, quienes juntas han unido fuerzas para investigar e instruirse en la detección de este tipo de documentos, con el fin de erradicar esta ilícita práctica.

Tal es el caso de la secretaria del Santuario de Guadalupe, Paola Rodríguez, quien ha detectado un auge de documentación falsa en los últimos cuatro años, adjudicando como principal causante el uso de las nuevas tecnologías para realizar la venta de los certificados.

Tras diez años de experiencia como secretaria parroquial, Paola, indica que la identificación de documentos falsos se va aprendiendo conforme la práctica, pues los vendedores utilizan otro tipo de papel y tinta. “Generalmente ellos usan tinta negra y nosotros rara vez la utilizamos ya que carecen del sello craquelado.”, indica la secretaria.

Algunos de los vendedores expiden únicamente documentos de ciertas parroquias, tal es el caso del tempo de Santa Teresita, de donde ya cuentan con su propio sello craquelado y falsifican incluso la firma del sacerdote.

Los documentos falsos que tienen mayor demanda son los certificados de pláticas pre-bautismales y las constancias de Confirmación. “Con la acción de falsificar el sacramento, tanto de quien lo vende como de quien lo compra, se incurre en la ilegalidad pues es un documento eclesiástico con validez oficial.”, agrega Paola.

Como en toda piratería, réplica y falsificación, existen algunos documentos que son bastantes convincentes, pues en ocasiones de la excelente calidad de impresión con la que cuentan no se detectan en primera instancia, sin embargo a veces los vendedores cometen el grave error de inventar las cifras de los libros parroquiales. De igual manera los falsificadores han resucitado a padres o sacerdotes ya fallecidos, por lo que las secretarias deben estar al tanto para controlar este tipo de situaciones.

Por otro lado, el uso de la tecnología sí ha facilitado el trabajo de las secretarias parroquiales, pues en la plataforma de chat Whatsapp cuentan con un grupo en donde se comunican los avisos de personas que llevaron documentos falsos a ciertas parroquias para que las demás estén enteradas por si llegan a su lugar de trabajo con el mismo documento.

De las parroquias que se reciben un mayor número de documentos falsos son: en cuanto a pláticas pre-bautismales, Santa Teresita, Santo Niño de Atocha y Cristo Rey; mientras que de Confirmación, Catedral, Sagrado Corazón de Jesús y esporádicamente de parroquias de la sierra, como la Diócesis de Tarahumara.

A pesar de que la mayoría de la gente no tiene conocimiento de que el falsificar documentos eclesiásticos es un delito grave, la demanda en Facebook es cada vez mayor, dejando de lado la importancia de que es una actividad que procede a demanda civil. Pues como se estipula en el artículo 243 del Código Penal Federal: “El delito de falsificación se castigará, tratándose de documentos públicos, con prisión de cuatro a ocho años y de doscientos a trescientos sesenta días multa. En el caso de documentos privados, con prisión de seis meses a cinco años y de ciento ochenta a trescientos sesenta días multa. Si quien realiza la falsificación es un servidor público, la pena de que se trate, se aumentará hasta en una mitad más.”

Algunas ocasiones la gente piensa que por ser documentos de carácter privados, como lo son los documentos de la Iglesia, no pueden producir efectos jurídico legales y por supuestos que sí. Existe toda la posibilidad que una persona que haga uso de documentos falsos o altere un documento aunque sea privado, cometa ese delito, según explica el abogado César Fernando Ramírez.

Este delito, agregó, se persigue de oficio, lo que significa que aunque no se interponga una demanda, en el momento en que la autoridad tenga conocimiento de ello, tiene la obligación de investigarlo.

Siendo este el caso, surge a la mente la siguiente pregunta: ¿Por qué no se castiga realmente?, como muchos delitos cometidos en el país, este pareciera ser uno más del montón, donde las autoridades lo dejan pasar por no ser un delito “no tan grave”. Sin embargo, si uno de los principales mandamientos de la iglesia católica estipula el no mentir, ¿por qué querer formar parte de la sociedad cristiana a base de mentiras con documentos falsos?

Se puede dar el caso de personas que lo hagan por ignorancia, desconocimiento o poca precaución al no preguntar por los requisitos adecuados a la parroquia de su conveniencia; lamentablemente la mayoría de las ocasiones se realiza con el consentimiento y dolo de que es un acto ilegal.

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El Heraldo de Chihuahua