La Coespris detectó que dos empresas purificadoras de agua en la ciudad comercializaron líquido no seguro o que violenta las normas de vigilancia sanitaria, por lo que el producto fue inmovilizado y se procedió a la “destrucción” de la fuente.
“La autoridad sanitaria acudió al punto de venta y aseguró el producto para enviar muestras al laboratorio, en tanto que todo el producto que se encontró en el lugar se inmovilizó, cuando el laboratorio arrojó los resultados, donde se indica que el agua contenida en las botellas estaba fuera de especificación de la norma, fue entonces cuando el interesado decidió destruir el producto para evitar sanciones y multas”, dio a conocer Karina Armendáriz, vocera de la dependencia.
El agua fue retirada ya que se encontraron componentes que pudieran representar un riesgo mediato o inmediato para la salud de los consumidores, ya sea por ingestión, aplicación o manipulación del producto.
La Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios dio a conocer que el producto se encontró en dichos puntos de venta y a solicitud del interesado se destruyeron, pero no se clausuraron los dispensadores.
La instancia lleva a cabo los trabajos de capacitación para empresas purificadoras de agua y fábricas de hielo que operan en la ciudad de Chihuahua.
El objetivo es lograr que las compañías estén a la vanguardia de los nuevos elementos de verificación a los que estarán sujetos, y que eviten la aplicación de sanciones, multas y en su caso suspensiones temporales.
Cabe mencionar que en el estado operan actualmente 390 empresas purificadoras, de las cuales 170 son embotelladoras, 190 ventanillas con venta de agua purificada a granel para el llenado de garrafones, y 30 compañías que se dedican al proceso y venta de hielo.
En esta primera etapa, la Coespris hace extensiva la información a fin de que las y los interesados se acerquen para que reciban asesoría sobre los nuevos lineamientos de vigilancia.
Posteriormente, personal verificador de la gerencia de operación sanitaria se dará a la tarea de constatar la calidad del proceso, elaboración, envasado y distribución de agua y hielo.
El objetivo es proteger a la población de consumir agua y hielo “no seguros”, por eso se realizan verificaciones sanitarias aleatorias, a empresas purificadoras que procesan y comercializan agua en garrafones y botellas, además se revisan todas las casetas despachadoras que hay en la entidad.
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